Es más probable que el COVID-19 cause afecciones neurológicas poco habituales a que estas sean provocadas por vacunas, según un estudio publicado en la revista Nature Medicine.
El estudio, dirigido por la Universidad de Oxford, analizó registros de salud de 32 millones de personas en Inglaterra para identificar los riesgos de desarrollar enfermedades poco habituales al cerebro antes y después de dar positivo por COVID, o de recibir la primera dosis de las vacunas de Oxford-AstraZeneca Plc o Pfizer Inc.-BioNTech SE.
Los investigadores compararon la frecuencia con la que se produjeron complicaciones neurológicas en períodos establecidos. Si bien se concluyó que las vacunas pueden dar paso a un aumento de las complicaciones neurológicas, como la parálisis de Bell y el síndrome de Guillain-Barré, el estudio reveló que contraer COVID presentaba un riesgo aún mayor.
Casos poco habituales de dichas complicaciones llevaron a muchos países a restringir el uso de la vacuna de Oxford-AstraZeneca a grupos etarios mayores.
“Encontramos diferentes riesgos para diferentes tipos de afecciones neurológicas, según la vacuna que recibieron las personas”, dijo Martina Patone, coautora del estudio. “Sin embargo, estos fueron sustancialmente más bajos que los riesgos asociados con una prueba PCR de COVID-19″.
Sin embargo, hubo varias limitaciones para el estudio. Por ejemplo, solo se examinaron los riesgos asociados con la primera dosis de las vacunas de AstraZeneca o Pfizer-BioNTech, ya que los datos de las segundas dosis eran limitados en el momento del estudio.
“Las vacunas contra el COVID-19 son muy eficaces en la reducción de riesgos derivados de complicaciones graves del contagio por COVID-19″, dijo Julia Hippisley-Cox, coautora del estudio.
La semana pasada, los reguladores del Reino Unido agregaron el síndrome de Guillain-Barré a la lista de efectos secundarios poco habituales provocados por la vacuna de Astra.