Delegados del ilegítimo gobierno de Venezuela y la oposición se preparan para iniciar en México una nueva ronda de negociaciones en agosto con el fin de superar la profunda crisis política del país, dijeron cinco fuentes conocedoras de los acercamientos.
El diálogo sería mediado por actores internacionales y con el apoyo de Noruega, que actuó como mediador en un intento de negociación anterior en el 2019, y actualmente está en contacto con ambas partes para definir la agenda, dijeron las fuentes.
El ilegítimo presidente Nicolás Maduro, en cuyo gobierno terminó de colapsar la economía empujando a millones de venezolanos a un éxodo, ha dicho estar dispuesto a negociar con la oposición liderada por Juan Guaidó sobre una agenda centrada en el levantamiento de las sanciones estadounidenses y europeas que pesan sobre funcionarios e instituciones como la petrolera estatal y el Banco Central.
Las negociaciones se plantean cuando jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea (UE) dijeron hace dos semanas que pueden revisar las sanciones, pero sobre la base de “avances significativos” hacia elecciones transparentes.
El regreso a la mesa de negociaciones representa un cambio de rumbo para la oposición, que en el pasado acusó al régimen chavista de Maduro de utilizar rondas de diálogo para ganar tiempo y aliviar la presión internacional. El gobierno se retiró del diálogo del 2019, que se hizo en Barbados y Oslo, luego de que Estados Unidos endureciera las sanciones.
La administración del presidente Joe Biden, que dice que está llevando a cabo una revisión de las políticas de sanciones que heredó, no ha relajado las medidas a los sectores financiero y petrolero de Venezuela y ha mantenido el apoyo a Guaidó, reconocido como el líder legítimo del país sudamericano por Washington y decenas de naciones occidentales.
“El gobierno de Joe Biden evaluará toda oferta que se haga de revisión de sanciones con Canadá y Europa”, dijo una de las fuentes, que agregó que el alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, busca “mantener el interés vivo sobre Venezuela”.
A diferencia del diálogo anterior en Barbados, las delegaciones del gobierno y la oposición serán más amplias debido a que además de negociadores, habrá asesores, agregaron dos de las fuentes que hablaron bajo condición de anonimato.
“Es un proceso más completo y complejo como hasta ahora no ha existido”, señaló uno de los consultados.
Como parte del proceso, esta semana una misión de Noruega llegará al país con el objetivo de sostener encuentros para afinar la agenda, dijo una de las fuentes.
Al ser consultada, la cancillería de Noruega remitió a un comunicado que emitió en mayo pasado y en el que expresa que “es fundamental encontrar una solución pacífica, inclusiva y duradera a la crisis en Venezuela”, pero que “más allá de eso, no tenemos nada que agregar”.
La cancillería de México no respondió de inmediato un pedido de comentarios. El Ministerio de Comunicación e Información venezolano y la oficina de prensa de Guaidó tampoco respondieron de inmediato a solicitudes de comentar el asunto.
Guaidó presentó en mayo un plan de “salvación nacional” que incluye elecciones presidenciales, permitir el ingreso de ayuda humanitaria y un levantamiento progresivo y condicionado de las sanciones. En la búsqueda de apoyo al acuerdo, una comisión opositora realizó en días pasados una gira por Estados Unidos y países europeos.
Por su parte, Maduro ha dicho que su agenda tiene tres puntos: levantamiento de todas las sanciones, el reconocimiento a las instituciones venezolanas y el reintegro de fondos congelados en el exterior.
Más de dos años de presión diplomática internacional y sanciones no han sido suficientes para la salida del poder de Maduro, quien califica a Guaidó como “títere” de Estados Unidos. El chavista se mantiene con el apoyo de Rusia, China y Cuba, así como de los militares.