La Comisión Europea (CE) ve margen para poder exigir a los alimentos importados por la Unión Europea (UE) los estándares de producción ambientales y sanitarios que rigen para los productos europeos, siempre que se respeten las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), según un informe publicado este viernes.
El informe del Ejecutivo comunitario analiza la viabilidad legal y técnica de llevar a cabo esa “extensión” de los estándares europeos a los productos agroalimentarios de terceros países a través de las llamadas “cláusulas espejo”, como reclaman muchos países europeos, incluido España.
De hecho, Francia, que ocupa este semestre la presidencia de turno de la UE, ha convertido el objetivo de impulsar la reciprocidad en los estándares de producción en una de sus principales prioridades.
El informe de la CE publicado este viernes señala las áreas en las que la UE ya aplica a los productos de fuera los estándares domésticos, a través de ciertos acuerdos multilaterales o bilaterales.
En todo caso, “el informe muestra que antes de aplicar estándares de producción a importaciones, es fundamental hacer siempre una evaluación caso por caso”.
“Aparte de la cuestión de la compatibilidad con la OMC, el análisis caso por caso de posibles medidas también debe tener en cuenta la viabilidad técnica y económica de los mecanismos de control”, señala el documento.
Precisa, asimismo, que puesto que lo que se regularía serían los métodos de producción o transformación en el tercer país, “se debe evaluar la factibilidad y proporcionalidad de los medios adecuados para controlar y hacer cumplir su aplicación en relación con los costos y beneficios”.
El informe recuerda el “amplio consenso” que existe hoy sobre la necesidad de una transición hacia unos sistemas alimentarios sostenibles y resilientes y del papel que la UE debe desempeñar en esa transición global.
“Las preocupaciones globales requieren acciones globales. Ser pionero implica ciertos desafíos y riesgos”, reconoce el documento.
Por otra parte, explica que la UE tiene previsto continuar sus esfuerzos a nivel multilateral para, si es posible, lograr un consenso global sobre la necesidad de acción y unos estándares en favor de la sostenibilidad.
Durante más de una década, recuerda el informe, ciertos acuerdos comerciales han incluido un capítulo de comercio y desarrollo sostenible, así como disposiciones sobre cooperación en materia de bienestar animal y resistencia a los antibióticos.
Los acuerdos actualmente en negociación, dice el informe, contemplan un capítulo sobre sistemas alimentarios sostenibles, algo que la UE tiene previsto proponer en cualquier futuro acuerdo.
En el informe, la CE invita al Consejo y al Parlamento Europeo a considerar detenidamente las conclusiones y orientaciones establecidas y a tenerlas en cuenta en futuras deliberaciones.