Colombia necesita aumentar los ingresos fiscales para financiar un mayor gasto social y reducir los altos niveles de deuda del país, según el ministro de Hacienda entrante, José Antonio Ocampo.
Si bien reconoció que un plan para recaudar 50 billones de pesos (US$ 11,800 millones) con una reforma tributaria es “ambicioso”, Ocampo dijo en una entrevista con Blu Radio el martes que el nuevo Gobierno intentará acercarse lo que más pueda a ese objetivo.
“Hay unas demandas sociales inmensas”, dijo Ocampo, al señalar los altos niveles de pobreza y hambre que afectan a gran parte de la población. “Eso exige un gasto social adicional importante y al mismo tiempo hay que continuar con el ajuste fiscal”.
Para cumplir con la regla fiscal, el Gobierno necesita reducir los niveles de deuda a un 55% del producto interno bruto desde más del 60% actual, dijo.
Antes de su juramentación el 7 de agosto como el primer líder de izquierda de Colombia, el presidente electo, Gustavo Petro, ha estado buscando alianzas con partidos políticos para avanzar en su agenda, que incluye aumentar los pagos de asistencia social para millones de colombianos pobres mientras aleja a la economía de su dependencia de las exportaciones de petróleo y carbón.
Lograr que se apruebe una ley tributaria probablemente sea la primera prueba de cuánto respaldo puede obtener en un Congreso dividido.
Transición gradual
El Gobierno buscará reducir las exenciones de impuestos corporativos e imponer impuestos más altos a los colombianos que ganan más de 10 millones de pesos al mes, dijo Ocampo, y agregó que los detalles del proyecto de ley aún se están discutiendo. El plan también incluye gravámenes sobre las pensiones altas y los ricos, además de eliminar los días en que no se cobran impuestos al valor agregado, dijo.
Dada una alta tasa de inflación, que ronda el máximo de dos décadas de más del 9%, el nuevo Gobierno buscará aumentar los subsidios para los hogares más vulnerables, dijo Ocampo.
Reiteró que la transición de la nación lejos de los combustibles fósiles debe ser “gradual”.
Si bien sus comentarios aparentemente contradicen las declaraciones anteriores de Petro de que su Gobierno detendrá la exploración de petróleo, están en línea con las expectativas de inversionistas de que Ocampo ayudará a moderar políticas económicas impredecibles bajo el nuevo Gobierno. El petróleo y el carbón representan cerca de la mitad de las ventas de Colombia al exterior.
“Tiene que ser un ajuste gradual”, dijo Ocampo. “Colombia no puede reducir sus ingresos de exportación de petróleo en el corto plazo mientras no logremos aumentar las exportaciones no petroleras”.