Una brigada de bomberos dijo hoy que busca a unas 200 personas desaparecidas tras el rompimiento de una represa de relaves de una mina de hierro de la brasileña Vale en el suroeste del estado de Minas Gerais.
Un comunicado del cuerpo de bomberos de la ciudad de Belo Horizonte dijo que decenas de personas están atrapadas por el río de lodo liberado por el colapso de la represa.
Vale dijo que había empleados en las oficinas de administración de la represa, las que fueron cubiertas por lodo y agua y que en ese lugar podría haber víctimas. Sin embargo, todavía no se han confirmado fallecimientos.
La minera Vale y autoridades locales informaron que los primeros indicios muestran que los relaves filtrados de la mina Corrego de Feijao se habían extendido a su área administrativa y a partes de la comunidad local Vila Forteco, cerca de la ciudad de Brumadinho.
El accidente se produce tres años después del peor desastre ambiental de Brasil cuando una represa mayor, propiedad conjunta de Vale y BHP Billiton, se rompió en la misma región, en la pequeña ciudad de Mariana, enterrando casas bajo el lodo y provocando la muerte de 19 personas.
El incidente del viernes parece de menor envergadura en comparación al desastre de 2015 en Mariana, también en Minas Gerais, tras el colapso de la represa de la mina de mineral de hierro Samarco.
La agencia de protección ambiental de Brasil, Ibama, dijo que la represa contenía 1 millón de metros cúbicos de relaves, mucho menos que los 50 millones de metros cúbicos de la represa Fundao de Samarco.
Fotos publicadas en G1 y otros sitios web de noticias locales, algunas acreditadas al departamento de bomberos, mostraban una vasta área cubierta de lodo con personas que caminaban con barro hasta los tobillos.
Los bomberos de la zona rescataron a varios sobrevivientes y los trasladaron a hospitales cercanos en helicóptero.
Un representante de la agencia de defensa civil de Brumadinho, a 10 kilómetros de la represa, dijo que estaban evacuando casas en la parte baja de la ciudad pero que los desechos no habían llegado hasta ahí.
El Instituto Inhotim, un museo de arte contemporáneo al aire libre en un parque a casi cinco kilómetros de Brumadinho, evacuó a los visitantes y cerró sus puertas por precaución.