El sector de los cocaleros que dirige Arnold Alanes dio este lunes un ultimátum de quince días al Gobierno de Bolivia para que autorice el mercado paralelo de la venta de hojas de coca, comercio que ha sido la raíz del conflicto con el otro grupo de productores que exige se respete a la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca).
Miles de cocaleros de Alanes y del líder de Adepcoca, Freddy Machicado, quien desde la semana pasada se encuentra en detención preventiva, nuevamente movilizaron a sus bases y marcharon por las calles de La Paz.
“Si en quince días no tenemos respuestas, no destacaremos medidas de presión”, dijo Alanes ante cientos de personas con las que marchó hasta los Ministerios de Gobierno y de Desarrollo Rural y Tierras para denunciar una vez más la destrucción del edificio del “mercado paralelo”.
En declaraciones a Efe, Alanes mencionó que la venta de hojas de coca de sus afiliados seguirá “en la calle” hasta que la Fiscalía levante el precinto en el mercado destruido por la investigación que se desarrolla.
“Nos vamos a levantar de cero, vamos a comenzar de cero. La comercialización es un hecho sin retorno”, remarcó.
El dirigente señaló que entre los pedidos que se hace al Gobierno está una “resolución definitiva” que valide al grupo de dirigentes que él encabeza y la actividad del mercado que administra que, según dijo, es “una necesidad del pueblo” y no un capricho suyo.
El conflicto de Adepcoca se arrastra desde septiembre de 2021, cuando un grupo eligió a Alanes como dirigente de esa organización, quien luego recibió el reconocimiento del Gobierno, con lo que este tomó posesión del mercado tradicional de Villa Fátima y tras fuertes enfrentamientos entre cocaleros fue expulsado y abrió el nuevo mercado.
Machicado y otros líderes de Adepcoca se encuentran detenidos desde la semana pasada por la toma y destrucción del “mercado paralelo”, luego de una marcha de cinco días que realizó este sector para pedir que este mercado independiente, reconocido ante la ley, sea el “único” autorizado para la comercialización de la hoja de coca que se produce en la zona de los Yungas, en el departamento de La Paz.
Los cocaleros movilizados ya habían advertido al Gobierno que si no clausuraba el mercado paralelo, que abrió Alanes en septiembre del año pasado, ellos con sus “propias manos” lo cerrarían.
Las normas bolivianas establecen dos mercados legales para la venta de hojas de coca, uno en Sacaba, en el departamento de Cochabamba, y otro en Villa Fátima, al norte de la ciudad de La Paz.