Citigroup Inc. planea salir de Venezuela con la venta de su negocio restante en el país, poniendo fin a más de un siglo de operaciones en la nación sudamericana.
La firma con sede en Nueva York que acordó vender la unidad a Banco Nacional de Crédito, ya obtuvo la aprobación regulatoria y espera completar el acuerdo en las próximas semanas, anunciaron las compañías el lunes en un comunicado.
Citigroup estableció sucursales en Venezuela en 1917 para ofrecer servicios financieros a empresas internacionales atraídas por la región rica en petróleo. El banco se ha mantenido firme en medio de la agitación política y las sanciones de Estados Unidos, sirviendo tanto a clientes minoristas como a empresas institucionales en el país.
Hace unos años, negociaciones con el banco central de la nación dejaron a Citigroup frente a la posibilidad de tener que vender oro que se había contabilizado como garantía para un contrato de swap.
La firma tiene menos de 100 empleados allí, y se les dará la oportunidad de permanecer en BNC, según personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser identificadas debido a que se trata de información confidencial. Hace una década, el sitio web de Citigroup mostraba que contaba con alrededor de 700 trabajadores allí.
“Citi está comprometido con América Latina y mantendrá una fuerte presencia en la región”, dijo en el comunicado Ernesto Torres Cantú, jefe ejecutivo de Citigroup para Latinoamérica.
BNC opera aproximadamente 120 oficinas, seis sedes regionales y una sucursal en Curazao. La firma utilizará la adquisición de Citigroup para ofrecer productos a compañías venezolanas y multinacionales, según el comunicado.
“BNC está empeñado en apoyar a los clientes de Citi en Venezuela, quienes continuarán recibiendo servicios financieros de gran calidad, mientras se benefician de las ventajas de un banco local en expansión, con un equipo profesional experimentado y una plataforma tecnológica moderna”, señaló en el comunicado el presidente y jefe ejecutivo de BNC, Jorge Nogueroles.