El enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, John Kerry, dijo que las tensiones políticas con China afectan las perspectivas de cooperación ambiental, ya que altos funcionarios chinos presionaron a Washington para que se comprometa a mejorar su relación en más ámbitos.
“Si tres líderes importantes le dicen públicamente al enviado para el cambio climático del presidente Biden que esto está afectando las perspectivas, afecta las perspectivas”, dijo Kerry durante una conferencia de prensa el jueves en respuesta a una pregunta sobre si las tensiones entre Estados Unidos y China están teniendo un impacto en la cooperación ambiental.
Kerry dijo que sus reuniones virtuales con los principales funcionarios chinos, incluidos Yang Jiechi, miembro del Politburó del Partido Comunista en el poder, fue “educado” y “constructivo”, y que se le informó sobre el plan climático 1+N de China, que podría elevar los objetivos en el futuro.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo a Kerry el miércoles en una videollamada que Washington debe dar el primer paso para mejorar los lazos que se dañaron durante el Gobierno de Trump, cuando estalló una guerra comercial y las naciones comenzaron a discutir sobre temas desde la industria de la tecnología hasta las visas para periodistas y estudiantes.
Kerry instó a China, el mayor emisor de carbono del mundo, a hacer más para frenar sus descargas, dijo un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. Kerry señaló en una reunión con el viceprimer ministro, Han Zheng, que China tenía que estar completamente comprometida e involucrada para que se resolviera la crisis climática, agregó el portavoz más tarde.
Las tensiones entre Pekín y Washington se han acumulado desde que la Administración Biden asumió el poder en enero, y muchos en el Gobierno chino todavía están enojados por las medidas del expresidente Donald Trump. Cuando Yang se reunió cara a cara con el secretario de Estado, Antony Blinken, en Alaska en marzo, pronunció un largo monólogo sobre que las naciones occidentales no representan la opinión pública global y que los estadounidenses tenían poca fe en su propia democracia.
Una reunión de altos funcionarios de las dos economías más grandes del mundo en Tianjin en julio también fue polémica.