La Comisión Nacional de Sanidad de China confirmó que la población del país, el más poblado del mundo, experimentará un crecimiento negativo antes del 2025 y abogó por promover políticas que impulsen de nuevo la fertilidad, incluyendo la abolición de “medidas restrictivas”.
La información, recogida hoy por el diario oficialista Global Times, aparece en un artículo publicado en la revista estatal Oiushi Journal y supone la primera vez que las autoridades reconocen abiertamente que la población china -1,412 millones de personas según el censo del 2021- decrecerá en breve.
El gigante asiático no registra un descenso poblacional desde inicios de la década de los sesenta, cuando la hambruna provocada por la política estatal del ‘Gran Salto Adelante’ causó la muerte de unos 30 millones de personas, según cálculos estimados.
El pasado 25 de julio, el director del departamento de población y asuntos familiares de la Comisión Nacional de Sanidad, Yang Wenzhuang, citado por medios locales, ya avanzó que el país entraría en “crecimiento negativo” antes del 2025.
El informe sostiene que “es hora de revisar y abolir importantes medidas restrictivas, hacer más inclusiva la política de fertilidad, mejorar los servicios de cuidado infantil e introducir medidas activas de apoyo para reducir las cargas económicas de la población y mejorar la capacidad de las familias para desarrollarse”.
En China, la ley no permite salvo excepciones que las mujeres solteras congelen sus óvulos pero sí que los hombres preserven su esperma, una discriminación que ha provocado debates en los últimos años.
La tasa de natalidad, que ha caído hasta un 1.3% en los últimos años, “se ha convertido en el principal riesgo para el desarrollo equilibrado de la población china”, sostiene el GT.
A la vez, el envejecimiento poblacional se ha acentuado a la par que el crecimiento de la segunda economía del mundo y se espera que para el 2035 las personas de más de sesenta años constituyan más del 30% de la población frente al 18% actual.
La Comisión destaca asimismo que el tamaño medio de la familia china ha caído un 0.48 en la última década hasta situarse en 2.62 personas en el 2020.
Ante este escenario, el organismo considera “vital” mejorar la calidad de vida de la población y modificar los planes de desarrollo económico para afrontar un crecimiento negativo que “será la tendencia dominante en los próximos años y durante un tiempo prolongado”.
“En el pasado nos centramos en el control poblacional pero ahora debemos hacerlo en elevar el nivel de fertilidad, mejorando la calidad y estructura de la población, optimizando su distribución y promoviendo un desarrollo poblacional equilibrado y a largo plazo”, señala el informe.
Entre las medidas que sugiere para promover la natalidad figuran políticas de apoyo a la vivienda, educación, salud, empleo y sobre pago de impuestos destinadas a las familias que tienen hijos para así “reducir las cargas de la crianza, estimular el deseo de las familias de crecer y crear una atmósfera social favorable a los niños”.
Tras décadas imponiendo la política de un solo hijo y posteriormente ampliarla a dos, China permite desde el año pasado a sus ciudadanos tener un tercer hijo, aunque la decisión no ha sido acogida con gran entusiasmo por la población, debido tanto a la carga económica que supone la crianza como a la prioridad que muchas mujeres deciden dan a su carrera laboral.
Según cifras publicadas este mes, el año pasado fue el que registró un menor número de nacimientos en numerosas provincias chinas y solo la provincia suroriental de Cantón, la más poblada del país, vio nacer más de un millón de niños en dicho año.
La población de otras provincias como Hunan (centro) o Jiangxi (centro) cayó al nivel más bajo desde hace casi 60 y 70 años, respectivamente.
Expertos internacionales han vaticinado que la vecina India, con una población de unos 1,380 millones de habitantes en la actualidad, superará a China en un futuro cercano para convertirse en el país más poblado de la Tierra.