Chile aseguró, en la apertura del juicio oral en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por las aguas transfronterizas del Silala, que Bolivia se ha retractado de la mayoría de las posiciones mantenidas al principio del litigio.
Los jueces del alto tribunal de la ONU escucharon por tres horas la posición de Chile respecto al Silala, un caudal de agua que nace en el Potosí boliviano, cruza la frontera hacia el desierto de Antofagasta y ha erosionado durante los últimos veinte años las ya tensionadas relaciones entre ambos países.
Para Chile, el Silala un río internacional y tiene derecho al uso “razonable y equitativo” de sus aguas. Para Bolivia, el origen subterráneo del caudal en su territorio lo convierte en un “recurso inmovilizado no renovable”, no en un río, por lo que eventualmente podría cobrarle a Chile una compensación por el uso de sus aguas.
Está por ver si la eventual denominación del Silala como río internacional es un tema de discusión en La Haya. Durante años Bolivia defendió que unas obras realizadas en los años veinte del siglo XX por una empresa chilena en territorio boliviano, la ferroviaria Antofagasta-Bolivia Railway Company, desviaron el curso de agua hacia la frontera.
No obstante, los estudios presentados por Bolivia en la fase de alegatos escritos del juicio, celebrados de forma confidencial entre el 2016 y 2022, “vienen a confirmar lo dicho durante años, que el Silala fluye de forma natural” en dirección a la frontera, dijo la representante de Chile ante la CIJ, Ximena Fuentes.
“Bolivia incluso ha reconocido que el uso pasado y actual que hace Chile del Silala es razonable y equitativo”, añadió Fuentes, por lo que Bolivia habría aceptado una de las posiciones de Santiago.
Para Fuentes, al reconocer el estatus del Silala como río internacional, La Paz “ha abandonado la reivindicación de deuda histórica”, es decir, la reclamación de un pago por el uso de las aguas durante los últimos cien años.
La representante de Santiago aseguró ante los jueces que, debido al cambio de la posición de Bolivia durante la fase de alegatos escritos del juicio, se le ofreció al país vecino un acuerdo que evitase el pronunciamiento de la corte de La Haya.
Fuentes desveló que finalmente el pacto “resultó ser imposible”, por lo que será el alto tribunal de la ONU el que determine el uso y estatus del Silala.
Una de las pruebas que Chile presentó fue un mapa anexo al Tratado de Paz y Amistad de 1904, que puso fin a la Guerra del Pacífico de 1879 que enfrentó a ambos países.
En documento cartográfico está firmado por los ministros de Exteriores de ambos países y en él aparece el actual flujo del Silala cruzando la frontera, por lo que ya en ese momento Bolivia habría aceptado el estatus del recurso hídrico como río internacional.
La contestación de Bolivia a la exposición de Chile tendrá lugar el próximo 4 de abril, cuando los letrados de La Paz expongan las tres contrademandas presentadas contra Santiago por el mismo tema. Al terminar la sesión de este viernes, el canciller de Bolivia Rogelio Mayta declinó hacer declaraciones a los medios de comunicación.
En sus contrademandas, La Paz reclama “la soberanía sobre los canales artificiales y mecanismos de drenaje en el Silala que se encuentran en su territorio” y asegura que “Chile no tiene ningún derecho a ese flujo artificial”.
Según explicó el letrado de Chile Alan Boyle, el término “flujo artificial” utilizado por Bolivia se refiere a un presunto aumento del caudal de agua producido por las obras realizadas en los años veinte del siglo XX por la compañía ferroviaria Antofagasta-Bolivia Railway Company.
Para Boyle, “no hay base jurídica para que Bolivia reclame derechos de soberanía exclusiva” sobre ese porcentaje mayor de agua porque “se trata del mismo caudal”.