La Comisión Europea (CE) propuso dedicar 500 millones de euros (US$ 512 millones) del presupuesto comunitario hasta el 2024 para que los Estados miembros puedan realizar compras conjuntas de armamento y reabastecer unas reservas que han quedado mermadas por el apoyo militar que están prestando a Ucrania para que se defienda de la invasión rusa.
“Es un avance histórico para la Europa de la defensa”, indicó el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, al presentar la iniciativa por vía telemática al haber dado positivo por COVID en un control rutinario.
La CE había identificado en mayo carencias en inversión en defensa en los Veintisiete y había señalado diferentes acciones para subsanar la situación, entre ellas la creación de un fondo para adquirir conjuntamente armamento y reforzar la industria europea de defensa.
Esta propuesta tratará de evitar la competencia entre los Estados miembros por los mismos productos y facilitará el ahorro de costes, además de reforzar la interoperabilidad y permitir a industria europea ajustar sus capacidades de fabricación para suministrar los productos necesarios.
Breton explicó que entre los objetivos de este nuevo instrumento está el de dar “más visibilidad” a la industria europea, impulsando su competitividad y eficiencia, y el de fomentar la cooperación de los Estados miembros en materia de adquisiciones de defensa, lo que contribuye a mejorar el gasto público y evitar la fragmentación y que haya países que no puedan satisfacer su demanda.
El nuevo fondo apoyará acciones de consorcios compuestos por al menos tres Estados miembros, cooperación nueva o ya existente para la adquisición común de los productos de defensa más urgentes y críticos, y procedimientos de adquisición que reflejen la participación de la base tecnológica e industrial de la defensa europea.
Breton indicó que han reproducido “idénticos” los criterios de elegibilidad del Fondo Europeo de Defensa, de manera que podrán solicitar financiación empresas basadas en la UE y bajo control europeo, pero también compañías basadas en la UE bajo control extranjero que respetan controles de seguridad “muy estrictos” (como los relativos a la seguridad del suministro o de información).
Según dijo, otros miembros del Colegio de comisarios estaban “más abiertos a otras empresas no europeas”, pero aseguró que finalmente prevaleció la posición de que este nuevo instrumento imitase las condiciones del Fondo Europeo de Defensa.
Está previsto que un grupo operativo “facilite” la coordinación de las necesidades de adquisición a muy corto plazo de los Estados y de cara a apoyar la adquisición conjunta para reponer existencias.
La CE indicó que, teniendo en cuenta la “urgencia de la situación”, transmitirá ahora la propuesta de reglamento como asunto de “alta prioridad a los colegisladores (Consejo de la UE y Parlamento Europeo) con idea de que pueda estar funcionando “de aquí a finales del 2022″ y ayude a los Estados a “abordar sus necesidades más urgentes y críticas de productos de defensa de forma cooperativa”.
Breton explicó que esta nueva herramienta será complementaria al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP), a través del cual los Estados miembros están financiando parte de la ayuda militar que están suministrando a Ucrania, en la medida en que les ayudará a reponer material.
A continuación, el comisario francés confirmó que Bruselas va a trabajar en un instrumento “a largo plazo” para financiar compras conjuntas en el ámbito de la defensa a lo largo del segundo semestre de este año con idea de que pueda estar listo “lo antes posible”, aunque no dio una fecha concreta para ello.
Según dijo, ese fondo será “perenne” y “más ambicioso” y su principal objetivo será tratar de evitar la fragmentación en los mercados de la defensa de los Veintisiete.