La farmacéutica alemana BioNTech y la gigante estadounidense Pfizer dijeron el miércoles que en el segundo semestre de este año comenzarán las pruebas en humanos de vacunas de próxima generación que protegen contra una amplia variedad de coronavirus.
El trabajo experimental, que va más allá del enfoque actual, incluye inyecciones que mejoran las células T, diseñadas para protegerse principalmente contra enfermedades graves si el virus se vuelve más peligroso, así como otras de pancoronavirus, que protegen contra la familia más amplia de virus y sus mutaciones.
En las diapositivas de presentación publicadas en el sitio web de BioNTech para su día del inversor, la empresa de biotecnología alemana dijo que su objetivo es “brindar una protección de variante duradera”.
Los dos socios, fabricantes de la vacuna contra el COVID-19 más utilizada en el mundo occidental, están discutiendo en la actualidad con los reguladores versiones mejoradas de su vacuna establecida para proteger mejor contra la variante ómicron y sus sublinajes.
La persistente mutación del virus en nuevas variantes que evaden más fácilmente la protección de la vacuna, así como la disminución de la memoria inmunológica humana, han sumado urgencia a la búsqueda por parte de empresas, gobiernos y organismos de salud de herramientas de protección más confiables.
Como parte de un esfuerzo para impulsar aún más su negocio en enfermedades infecciosas, BioNTech dijo que está trabajando de forma independiente en antibióticos de precisión que matan a las superbacterias que se han vuelto resistentes a los fármacos disponibles actualmente.
BioNTech, que no dijo cuándo podrían comenzar las pruebas, se apoya en la tecnología de PhagoMed, que adquirió en octubre del año pasado.
El desarrollador de antibióticos con sede en Viena ha trabajado en enzimas, producidas por virus que matan bacterias, que atraviesan la pared celular bacteriana.