Alrededor de mil personas protestaron este domingo ante la sede provincial del Banco Popular de China (BPC) en la ciudad de Zhengzhou (centro) para recuperar parte de sus ahorros bloqueados en entidades bancarias rurales de la provincia de Henan (centro), recoge hoy el diario hongkonés South China Morning Post.

Desde el pasado abril, miles de clientes de cuatro bancos rurales de Henan, repartidos por toda China, han encontrado obstáculos a la hora de sacar sus ahorros de las entidades.

En ese mes, comenzó una investigación a Henan Xincaifu Group Investment Holding, empresa ligada a los bancos y sospechosa de haber conseguido financiación pública de forma ilícita a través de plataformas financieras en línea.

Según vídeos de la protesta que circularon en las redes sociales chinas -algunos ya censurados-, los manifestantes reclamaron en sus carteles y cánticos su oposición al Gobierno de la provincia y su “violencia y corrupción”, al tiempo que pedían la intervención del primer ministro chino: “¡Li Keqiang, ven a investigar a Henan!”.

Según el rotativo hongkonés, un grupo de hombres con camisas blancas rodeó a los manifestantes al poco de comenzar la protesta y, unas pocas horas después, comenzaron a agredir y desalojar a los afectados.

La Comisión Reguladora de Banca y Aseguradoras de la provincia declaró anoche que se encuentra “investigando el estado financiero” de los bancos y que “elaboraría un plan de compensación pronto”.

Según cálculos de medios locales, hasta 400,000 clientes con un total de 40,000 millones de yuanes (US$ 5,960 millones, 5,870 millones de euros) depositados en estos bancos podrían verse afectados.

El mes pasado, la prensa local informó de cómo las autoridades de Henan estaban usando los códigos QR anti-covid para impedir la entrada en su territorio de clientes agraviados de los bancos investigados, que podrían estar organizando protestas.

Algunos ahorradores aseguraron que su código de salud pasaba a color rojo -que no permite viajar a otros territorios o acceder a lugares públicos- al llegar a Henan o incluso antes de emprender su trayecto hacia la provincia.

Desde el inicio de la pandemia, los gobiernos locales chinos emiten estos códigos, que dan fe de que el usuario no ha pasado por una zona de riesgo de contagio ni ha tenido contacto con posibles infectados.

Algunos internautas lamentaron entonces el abuso de una herramienta de prevención pandémica: “El código de salud ya se ha convertido en una herramienta política”, lamentaba un usuario.