A medida que el staff del Fondo Monetario Internacional y Argentina avanzan en las conversaciones para un nuevo acuerdo, el directorio del prestamista evalúa de cerca si el país cumple con cuatro criterios clave que le permitirían recibir un préstamo grande.
En una reunión celebrada la semana pasada entre el personal técnico del organismo con sede en Washington y su directorio ejecutivo, uno de los temas clave fue cómo Argentina seguirá cumpliendo cumplirá con los criterios existentes para recibir un préstamo de “acceso excepcional”.
La categoría interna, con requisitos creados en el 2002 para garantizar el uso responsable de sus préstamos, permite que un país reciba financiamiento por más del 100% de su asignación para un solo año.
Argentina está en conversaciones para refinanciar más de US$ 40,000 millones de un programa fallido del 2018, y está trabajando contrarreloj para anunciar un acuerdo a nivel de staff que incluye objetivos y compromisos. Ese programa luego deberá ser aprobado por el Congreso del país y el directorio ejecutivo del FMI para ser definitivo.
El país deberá cumplir con los criterios en su primer préstamo y en cada revisión trimestral subsiguiente, según Martin Muhleisen, quien se desempeñó como jefe de gabinete de la exdirectora gerente del FMI, Christine Lagarde.
“El directorio puede aprobar un programa si Argentina no cumple con estos criterios, pero eso sería un cambio de facto en la política del FMI que debería aplicarse a todos los miembros”, agregó.
Los miembros clave del directorio, incluidos Estados Unidos, Alemania y Japón, expresaron su preocupación en una reunión informal la semana pasada sobre la sostenibilidad de la deuda de Argentina y su capacidad para recuperar el acceso al mercado privado de deuda, según personas con conocimiento del tema, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones son privadas. Aunque el programa necesita la aprobación formal de una mayoría del directorio, el grupo normalmente opera por consenso.
La oficina de prensa del FMI declinó hacer comentarios.
El programa fallido de Argentina del 2018 representa más de 10 veces la quota del país con el fondo.
A continuación un resumen de los criterios y cómo Argentina se ajusta a ellos:
1) Necesidades presupuestarias
El primer criterio, que es que un país tenga grandes necesidades de balanza de pagos, es uno en el que el personal del FMI y los miembros del directorio concuerdan que cumple el país. Las reservas netas de divisas han caído cerca de cero y las reservas líquidas del país, básicamente lo que está disponible en efectivo, son negativas.
2) Sostenibilidad de la deuda
Con una relación entre la deuda pública bruta y el PBI de Argentina del 82% según la firma Equilibra, con sede en Buenos Aires, la sostenibilidad de la deuda es uno de los puntos que los miembros del directorio han expresado que el país tal vez no pueda cumplir.
Aún así, hay un precedente para cierta flexibilidad. En el 2010, el FMI creó una “exención sistémica” para Grecia, que le permitió recibir un préstamo de 30,000 millones de euros sin una operación de reducción de deuda debido a la preocupación de que una crisis pudiera provocar un contagio grave en la eurozona. Aunque la exención se eliminó en 2016, muestra que los criterios pueden evolucionar.
“Dada la situación de Argentina, esperaría que el staff deba ir al límite exterior de interpretar cómo se cumplen los criterios, y el directorio tendría que comprar esa interpretación”, dijo Muhleisen.
3) Acceso al mercado
El tercer criterio es recuperar el acceso a los mercaos internacionales, que es necesario para que el país pague su deuda con el FMI después de un período de gracia de cuatro años y medio. Argentina reestructuró US$ 65,000 millones de deuda privada en el extranjero en el 2020, pero los bonos siguen cotizando en niveles de distress.
Este criterio es “el que es realmente difícil para Argentina”, dijo Mark Rosen, quien representó a Estados Unidos en el directorio del FMI durante la administración Trump. “No estoy seguro de que eso esté entre las posibilidades de Argentina por algún tiempo”.
4) Ownership
El cuarto criterio de acceso excepcional es que el programa tenga tanto apoyo político como institucional, conocido como “ownership”. Esta condición estaría cumplida cuando el Congreso apruebe el acuerdo a nivel staff.
La oposición de Argentina, que es más favorable a los negocios y que formó parte del Gobierno que firmó el acuerdo del 2018, puede ser menos difícil de convencer. Para el Gobierno, el desafío será encontrar apoyo entre los miembros más radicales de sus propios legisladores peronistas.