Los cien días transcurridos desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania han sido semanas de “sufrimiento, devastación y destrucción a escala masiva” que han dejado un tercio de la población ucraniana dependiente de la ayuda humanitaria, en una guerra que “no tendrá ganador”, afirmó este viernes la ONU.
“Esta guerra no tendrá ganador, y en lugar de ello hemos sido testigos de lo mucho que se ha perdido: vidas, hogares, trabajos y prosperidad”, indicó el coordinador de Naciones Unidas para Ucrania, Amin Awad, en un comunicado con motivo de los cien días de conflicto.
En rueda de prensa desde Kiev para la prensa acreditada en la sede de Naciones Unidas en Ginebra, Awad recordó que al menos 15,7 millones de personas en Ucrania, equivalentes a un tercio de la población de ese país, “requieren urgentemente asistencia y protección”.
Las necesidades de esa población podrían aumentar si la guerra se prolonga hasta el próximo invierno, ya que “millones de personas podrían ser muy vulnerables a causa de la destrucción de plantas energéticas y depósitos de combustible”, advirtió el coordinador de Naciones Unidas.
Unos 14 millones de personas han dejado sus hogares por la guerra, y son actualmente desplazados internos o refugiados en el resto de Europa, a lo que según Awad hay que sumar otros 15 o 16 millones de personas que “siguen en sus casas pero se han visto igualmente impactados al perder empleos o la posibilidad de moverse”.
Unos 4.200 civiles han muerto por ataques armados y otros 4.000 resultaron heridos, se han producido 269 ataques a hospitales y otras instalaciones sanitarias, y 5 millones de niños no pueden asistir a la escuela, recordó Awad desde Kiev.
Al impacto interno de la guerra se une el externo, indicó el coordinador, quien advirtió que “1.700 millones de personas en el mundo pueden verse afectadas por la escasez de trigo y otros cereales”, dado que tanto Rusia como Ucrania se cuentan entre los principales exportadores alimentarios del planeta.
La inflación de los alimentos está ya impactando en zonas dependientes de ayuda humanitaria internacional como el Sahel o el Cuerno de África, afirmó Awad, quien resaltó la urgencia de desbloquear las rutas de salida de los alimentos de Ucrania para reducir la crisis global.
“Desbloquear el comercio en el Mar Negro debe ser una prioridad, y si no se logra ello puede derivar en hambrunas, inestabilidad y migraciones masivas en todo el mundo”, advirtió el responsable de la ONU.