Redacción Gestión

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(Reuters) .-El regulador de competencia de la bloqueó los planes de CK Hutchison Holdings de convertirse en el mayor operador de telefonía móvil de Gran Bretaña, en una decisión que también plantea dudas sobre si recibirá la aprobación para otro acuerdo en Italia.

La Comisión Europea dijo que permitir que Hutchison adquiera O2 UK, que pertenece a la española Telefónica, por 10,300 millones de libras esterlinas (US$ 14,900 millones) habría subido los precios en la industria de telefonía móvil británica y dejado solo dos rivales: EE, recientemente adquirido por BT Group y Vodafone.

Hutchison también está a la espera de un dictamen sobre una fusión por US$ 24,800 millones entre su subsidiaria italiana 3 Italia y Wind, que pertenece a Vimpelcom, para crear un rival más fuerte para Telecom Italia y Vodafone.

Hutchison dijo que está decepcionada por la decisión y que estudiará sus opciones, incluyendo un posible recurso judicial. Sostuvo, además, que ahora se centrará en trabajar con la Comisión para asegurar la autorización de la fusión propuesta entre Wind y 3 Italia.

El colapso del acuerdo británico también significa un revés para Telefónica, que busca reducir su deuda, pero no es inesperado, ya que fuentes cercanas al asunto dijeron a Reuters el mes pasado que se esperaba que el acuerdo fuera bloqueado.

En septiembre hubo un precedente, cuando las empresas de telecomunicaciones TeliaSonera y Telenor abandonaron una fusión en Dinamarca luego de que la comisaria de Competencia Europea, Margrethe Vestager, dijo que consideraba que el mercado nacional necesitaba tener al menos cuatro operadores de redes compitiendo en el país.

Telefónica dijo el mes pasado que tenía varias opciones para O2 UK si el acuerdo con Hutchison fracasaba, entre las cuales estaban la posibilidad de encontrar otro comprador para todo o parte del negocio, cotizar en el mercado bursátil, o realizar una mayor inversión en la subsidiaria.

El martes, el grupo de cable Liberty Global dijo que estudiaría la compra de O2 UK si Bruselas bloqueaba el acuerdo, aunque precisó que valora la flexibilidad de su actual estrategia de ser un operador móvil virtual.