Durante la ceremonia de premiación de buenas prácticas laborales del último 4 de diciembre, el viceministro de Trabajo, Augusto Equiguren Praeli, remarcó vital la capacitación en la dado que el último concurso de ascensos “resultó un desastre” debido a que los niveles de conocimientos en esta instancia, son bajos.

“Cómo podemos salir a fiscalizar a las empresas privadas si nuestros propios inspectores no están a la altura. Por lo que se alista un proceso arduo de capacitación para que, después, se empiece a promover la formalización”, precisó en aquella ocasión.

A través de un comunicado, el  rechazó estas expresiones. A la par, denunció una serie de “irregularidades y vicios insalvables” en los dos concursos ascensos para ocupar 60 plazas para inspectores de trabajo y 18 plazas de supervisores inspectores a nivel nacional.

Esta situación, advirtió, “no ha permitido que los inspectores puedan demostrar su capacidad académica e idoneidad para el cargo al que postulaban, ocasionando irresponsablemente la vacancia de las plazas”.

Entre las irregularidades que denuncia el Sindicato de la Sunafil se encuentra que habiéndose contando con el presupuesto desde julio del 2017 para realizar el concurso de ascensos, recién los lleve a cabo en las dos últimas semanas de noviembre, “con plazos irracionales en cada etapa que no han permitido una participación adecuadas del personal inspectivo”.

También denuncia que el examen de conocimiento estuvo plagado de “diversos vicios que han inducido al error a todos los participantes, incrementándose enormemente la posibilidad de desaprobar”.

Como que el examen no estuvo dirigido a evaluar los conocimientos para el cargo, dado que se plantearon – alegan – cerca del 30% de preguntas referidas al procedimiento administrativo sancionador cuando, de acuerdo a ley, este procedimiento es de competencia de los subintendentes de resolución y no de los inspectores.

A lo que se suma que las bases establecía una prueba escrita, sin embargo se contrató a una empresa para que tome el examen de conocimiento (New Horizons Perú) la misma que fue virtual “con el agravante de que dicha empresa no desarrolló un programa que garantizará la validez del examen”.

El Sindicato alega también que la , tras revisar los resultados, cambió los requisitos del concurso bajando el puntaje mínimo aprobatorio de 60 a 55 puntos, incumpliendo las bases del concurso.

Tampoco entregó, explican, a cada postulante el examen que rindió, limitándose solo a entregar un resumen del examen y los resultados obtenidos.

Ante estas situaciones, el ha pedido formalmente la nulidad de dichos concursos y las sanciones administrativas correspondientes.



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