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Luego de la aprobación de cuarentenas focalizadas en el país focalizadas y el cierre parcial de actividades comerciales, la consultora Thorne&Associates, revisó a la baja su proyección de crecimiento de para la economía peruana en 2021 de los 9.7% que tenía previamente a 7%.
“Anticipamos que las pérdidas estarían concentradas en la primera mitad del año, empezando en febrero con una caída de 6% con ajuste estacional con respecto a enero. Este número es una fracción de la contracción de abril del 2020 (28.8% mensual) y es consistente con una cuarentena focalizada y menos estricta”, refirió la consultora.
Asimismo, previamente anticipa una contracción promedio de 1.5% trimestral desestacionalizada en el primer semestre de este año, pero ahora se ha revisado a una disminución de 3.2% en promedio. Tomando las cifras de variación anual (versus el primer semestre del 2020), la revisión ha sido de 33% a 11.2%.
El estimado también toma en cuenta la agudización del riesgo electoral, la simultaneidad de los factores negativos contra el crecimiento en la primera mitad del año tendría un impacto multiplicativo.
De esta manera, a partir del segundo semestre los números rebotarían bajo dos supuestos: un mayor control de la pandemia y la ausencia de un cambio radical en la política económica tras la asunción del nuevo Gobierno el 28 de julio. “Claramente, el balance de riesgos es a la baja si no se cumplen estos supuestos”, precisó.
Sectores más afectados
El informe de Thorne&Assoiates analiza cuáles serían los sectores más afectados por las nuevas medidas de contención del virus. Por un lado, en la medida en que las actividades primarias y secundarias están permitidas, no es de esperar que experimenten un impacto directo significativo.
“Esperamos una gran debilidad es en los sectores terciarios o de consumo (comercio y servicios). En términos trimestrales desestacionalizados, previamente estimábamos un avance promedio de 1.8% en el primer semestre; ahora, un retroceso de 2.1%. En términos anuales, la cifra ha pasado de un rebote de 15.8% a uno de 8.9%”, afirmó.
Riesgos
La consultora sostuvo que es necesario monitorear la evolución de los dos principales riesgos de este año: el sanitario y electoral.
En primer lugar, las cifras relacionadas a la segunda ola del covid-19 están lejos de ser controladas. Los pacientes internados en UCI han superado ampliamente el pico de la primera ola tanto en Lima Metropolitana y Callao como en el resto del país. La aparente estabilidad de los últimos días está más relacionado a una baja disponibilidad de camas que a una baja demanda.
Las camas de hospitalización, cuya disponibilidad enfrenta un menor estrés que las camas UCI, están cerca de llegar al mismo nivel máximo de la primera ola y por ahora no se observa un punto de inflexión que suponga un próximo descenso de las admisiones diarias.
Por su parte, el número de fallecimientos diarios debidos al Covid-19, si bien está aún por debajo de sus puntos máximos de 2020, sigue aumentando. Con la llegada de variantes más contagiosas (la británica y la brasileña) ya confirmada, queda la duda de cuándo se llegará a una meseta y los fallecimientos empezarán a bajar.
En segundo lugar, según las encuestas electorales disponibles del mes de enero (IEP y CPI) se sigue manteniendo el mensaje de que no hay aún un claro ganador y ningún escenario puede quedar descartado. El único candidato que viene ganando popularidad sólidamente es Yonhy Lescano, de Acción Popular, político de izquierda a favor de un cambio de constitución que brinde un mayor poder económico al Estado.
A un poco más de dos meses de los comicios de abril, es un riesgo importante que aún nadie se perfile como un ganador definitivo de la primera vuelta y que los indecisos y nulos se sitúen en casi el 40% de las preferencias electorales.
El reporte de confianza empresarial del mes de enero evidenció una caída en todos los indicadores de situación actual y de expectativas, tanto a 3 meses como a 12.