Foto: AFP
Foto: AFP

Desde la primera ley antimonopolio, promulgada en 1890, Estados Unidos ha debatido sobre el papel de esa regulación. Una postura, bautizada en nombre del juez Louis Brandeis, sostiene que las grandes empresas deben ser controladas porque corrompen políticos y perjudican a consumidores, competidoras y personal. La otra postura señala que el objetivo de la regulación es proteger el bienestar del consumidor, lo cual puede ser potenciado por empresas grandes y eficientes.