Las criptomonedas, en particular bitcóin, están ganando presencia en los portafolios de inversión convencionales. Esta clase de activos solía ser demasiado pequeña para hacer mella en el apetito por oro.
Las criptomonedas, en particular bitcóin, están ganando presencia en los portafolios de inversión convencionales. Esta clase de activos solía ser demasiado pequeña para hacer mella en el apetito por oro.

La inflación se eleva, la emisión de dinero se ha desbocado y las tensiones políticas entre las potencias mundiales se intensifican. Estos ingredientes suenan como la fantasía de los fervorosos creyentes en la promesa de largo plazo del oro. Incluso los inversionistas convencionales tendrían que haberse sentido tentados a aumentar sus tenencias del metal precioso. Entonces, ¿por qué no pudo registrar ni siquiera una ganancia marginal el 2021, sino que tuvo su peor desempeño en seis años?