Pese a la incertidumbre política en Perú, el sector textil es de las actividades a las que mejor le ha ido este 2021. Cierra el año con un crecimiento de 15% gracias a la alta demanda externa que, como refiere Felipe James, presidente del Comité de Textil y Confecciones de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), “no se veía hace mucho tiempo”.
Entran al 2022 con una expectativa más alta. ¿La razón? Estados Unidos promulgó días antes del cierre del año una ley que prohíbe el ingreso de productos a base de algodón de la provincia Xinjiang de China, ante acusaciones de producción bajo ‘métodos de esclavitud’; que la está obligando a buscar nuevos proveedores. El veto ya repercutía favorablemente a Perú desde inicios del año (Gestión.pe 16-11-21).
En ese contexto, el Comité Textil y Confecciones prevé mayores inversiones en maquinarias para aumentar la capacidad productiva -por lo que esperan menor ruido político-; y que aumente el número de empresas del sector y se abran operaciones de las empresas de Lima en la zona sur del país “donde está concentrado el sector de pelos finos de camélido a fin de exportar prendas de alpaca, entre otros”.
Otro cambio que se vendría con la alta demanda es “un gran impulso al agro en el norte donde se siembran y cosechan los mejores algodones del mundo”. “Podemos exportar todo tipo de prendas a Estados Unidos, pero el Perú se especializa en prendas de tejido de punto de algodón, ahí está nuestra fortaleza”.
Y agregó que, el efecto se sentirá en otras industrias que prestan servicios como las fábricas de bolsas plásticas -en donde elevaron en 30% los pedidos-, y de cajas de cartón, etiquetas, botones y cierres.
“Vemos un aumento en la demanda proveniente de Estados Unidos. Las exportaciones de textiles y confecciones podrían seguir en aumento el próximo año. Lo que hay que entender, es que las compras que antes hacía Estados Unidos en China, ahora se están dirigiendo a otros países como el Perú, sin embargo, hay otros países mucho más competitivos como los de Centroamérica. Por eso, sin una adecuada política que incentive esta industria podríamos desaprovechar esta oportunidad”, dijo James.
Necesarias condiciones
Pero el crecimiento del sector dependería, según el gremio, de tres puntos: en el tema laboral, contratos temporales considerando que los pedidos son cíclicos. El draw back, para recuperar algunos impuestos pagados durante el proceso de producción. Y también será necesaria una ley que incentive el sector.
“Hemos presentado una propuesta a las autoridades y con ella buscamos duplicar el número de puestos de trabajo formales en cuatro años y además duplicar el monto exportado en cuatro a cinco años”, sostuvo.
El sector textil, solo en octubre registró un crecimiento de 13.2% respecto al mismo mes del 2020. La actividad atenuó una posible caída del subsector bienes de consumo, según el reporte publicado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). “Por la mayor fabricación de polos, pantalones, ropa para bebé, bermuda, short, terno, vestido, saco (ropa), ropa de baño y mameluco para el mercado interno y externo (Estados Unidos, Canadá y Chile)”, reportó.
Salvaguardias
Como adelantó Gestión.pe (21.11.21), el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) oficializó el último viernes el inicio de oficio de un procedimiento de investigación a las importaciones de confecciones en materia de salvaguardias; tras haberse verificado que “existen indicios razonables de daño grave a la rama de producción nacional de confecciones”, como consecuencia del aumento significativo de las importaciones de dicho producto.
En 30 días hábiles se conocerían los resultados del procedimiento de investigación a las importaciones de confecciones en materia de salvaguardias que ingresan bajo los capítulos 61, 62 y 63 del Arancel Nacional de Aduanas, que comprenden un total de 284 subpartidas arancelarias.