La inflación en el Perú sobrepasó la meta del Banco Central de Reserva (BCR) en junio del 2021 y hoy sigue lejos del rango objetivo (entre 1% y 3% anual). El impacto negativo en los salarios de los trabajadores es consecuencia de ello y son varios los análisis que reportan ese problema.
Los salarios nominales en el sector formal privado, según datos del BCR, se desaceleraron desde 3.7% en febrero del 2023 (variación respecto al mismo periodo del año pasado) a 0.3% en marzo. Continuó entonces, aunque de manera acotada, con las variaciones positivas que mostró a lo largo del año pasado. No obstante, estos aumentos no evitaron la caída en los salarios reales.
Según un reciente reporte del Banco de Crédito (BCP), la caída en los ingresos reales de este segmento (formal privado) fue de 7.7% en marzo del 2023, lo que condujo a una contracción por 12 meses consecutivos.
Los ingresos reales están vinculados al poder de compra del individuo; es decir, qué tantos bienes y servicios se pueden adquirir con el nivel de ingresos actual al condicionarlo a la inflación. Entonces, si hay una caída en los ingresos reales, el poder de compra es menor.
El economista Carlos Parodi señaló que la dinámica de salarios responde a una combinación de alta inflación y “salarios planos” en el sector privado, que evitaron compensar el impacto del aumento de precios.
Enfatizó el rol de la inversión privada como generador de empleo formal, componente que acumula tres trimestres consecutivos cayendo (el primer trimestre del 2023, en -12%) y ha limitado una mejor performance de los salarios.
La variación interanual de los salarios nominales del sector formal privado en los últimos 12 meses siempre ha estado por debajo de la inflación interanual alcanzada en cada uno de esos meses.
“Desde el 2021 tenemos una inflación por encima del 3% (limite superior de la meta del BCR), y los salarios nominales no han aumentado porque la economía, y muchas empresas, recién se terminan de recuperar del Covid-19, y porque la productividad en particular es muy baja actualmente”, anotó el también profesor de economía de la Universidad del Pacífico (UP).
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Impacto en el consumo y contraparte informal
El economista y director de Phase Consultores, Juan Carlos Odar, mencionó el impacto que hay en el consumo privado (indicador que se desacelera y que creció a penas 0.7% en el primer trimestre), en particular de bienes duraderos (por ejemplo, electrodomésticos), por el rezago de los ingresos reales en el sector formal.
Afirmó que el impacto en los ingresos posiblemente sea más acentuado en el segmento informal, punto en el que coincidió Parodi, quien se refirió a los salarios más bajos en este sector por la alta competencia en el mismo.
“En la medida en que vemos que el ingreso del sector formal se deteriora, entonces para el informal podría ser más complicada la situación. En el sector formal hay posibilidad de reajustar el ingreso cada cierto tiempo, mientras que el informal depende de la actividad que realice en el día, y hay menos posibilidad de pedir un incremento”, anotó Odar.
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Continuaría caída aunque más acotada
Para los economistas los ingreso reales posiblemente sigan cayendo en los siguientes meses, pero de forma más acotada, pues se espera un descenso en la inflación (que ya bajó en abril).
“De acuerdo con el BCR, debería bajar la inflación hacia fines de año. La caída de salarios (reales) debería entonces ser más lenta por ese lado. A menor salario reales, menor crecimiento, y esto impacta nuevamente en los salarios”, señaló Parodi.
Otro factor que seguiría limitando la recuperación de los ingresos reales, según los economistas, es el lento crecimiento que se prevé para la economía y la caída de la inversión privada, escenario que se reflejaría en la desaceleración del empleo formal. Al respecto, Credicorp Capital espera que en lo que resta del año haya una desaceleración del empleo formal privado hasta 3% (en marzo creció 4.8%).
No obstante, Parodi sostuvo que la economía y la demanda interna podrían tener un impulso por las previstas menores tasas de interés de referencia (escenario que se proyecta en la segunda parte del año), factor que podría dar soporte el empleo y salarios.
“Para que hayan resultados positivos, por ejemplo, en mayo, se tendría que tener un aumento del ingreso mayor a 7.85%, y ese no parece ser el caso”, manifestó Odar.
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