Le tomó 25 días al Congreso darle luz verde a la autógrafa de ley del régimen laboral agrario y de incentivos para el sector agrario y riego, agroexportador y agroindustrial. A pesar de ello, empresarios y trabajadores se mantienen disconformes con el texto aprobado (el que hasta el cierre de esta edición no había sido observado ni publicado por el Ejecutivo).
Las protestas de los trabajadores continuaron en el norte del país, en la zona de Virú, La Libertad, dejando dos fallecidos por el enfrentamiento; esto a pesar de que el presidente de la Comisión de Economía, Anthony Novoa, señaló ante el pleno que la nueva ley era un triunfo de los trabajadores.
En tanto, el sector empresarial también manifestó su posición en contra del nuevo texto que apostó por un bono de carácter no remunerativo de S/ 279; e incluso anunció el cese forzado de operaciones en un contexto donde se mantienen las manifestaciones, según la Asociación de Agricultores Agro Exportadores Propietarios de Terrenos (APTCH).
El director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Gabriel Amaro, señaló a Gestión que “hay empresas que no soportarán el bono de 30% porque no está sustentado en la productividad y porque ya el 40% a 60% de los costos -dependiendo del cultivo- son remuneraciones”. Amaro agregó que el impacto de lo aprobado podría llevar a que empresas diversificadas, que tienen más de un cultivo, reduzcan su cartera, contraten menos o disminuyan sus hectáreas.
“Se reduce el margen; entonces las empresas se van a ver obligadas a reducir las franjas salariales, es decir, va a repartir menos entre más, va a ganar menos el más productivo, y más el menos productivo, hasta donde resista su estructura de costos. Y los que no puedan hacer eso, van a invertir menos en hectáreas. Por otro lado, hay cultivos que no aguantan este incremento y van a ser desplazados, y los que tienen más de un producto se quedarán -en su cartera- solo con aquellos cultivos que son rentables”, señaló.
Cultivos
El representante de AGAP detalló que aquellos productos que tienen menores márgenes son los primeros que van a sufrir: espárrago, granada, ciertos cítricos de exportación. Además, aquellos que tienen el mayor componente de mano de obra, pero que sus precios están reduciéndose: en el caso del arándano, antes costaba US$ 15 el kilo, ahora está entre US$ 5 y 6; en contraparte, es un cultivo que requiere mucha mano de obra porque debe cosecharse berry por berry. “Todos aquellos donde el mayor costo sea la mano de obra, pero tenga menos rentabilidad, van a ser los más afectados”, añadió.
En tanto, Francesca Carnesella, directora de AGAP advirtió que los espárragos, el tánguelo, el café, el banano, el limón, la granada, el arroz y el mango están en peligro de cerrar sus cosechas. “Es muy probable que, si esta ley continua tal como está, empecemos a ver en muy corto plazo, dependiendo de la edad, variedad y el cultivo de estos productos, pasen a la informalidad o cerrar por completo”, dijo a RPP.
¿Y el Ejecutivo?
El día de la aprobación del texto, el 29 de este mes, la primera ministra, Violeta Bermúdez, señaló que “no es una norma que satisface a todos, pero es un paso”. La autógrafa recién llegó al despacho presidencial a las 4:57 p.m. y queda en manos del Gobierno su análisis.
Si se dilata la publicación de la ley o se observa la misma, los beneficios tributarios no podrán aplicarse hasta el 2022. “El Ejecutivo tendría que publicar mañana (hoy) el texto, si no lo hace, en el 2021 el régimen tributario que regirá será el general para las empresas grandes, y los regímenes simplificados para las pequeñas y medianas. Este es el escenario en este momento”, refirió Luis Arias Minaya, exjefe de la Sunat.
Se aprobó un beneficio tributario inédito que solo lo tendrá la agroexportación
La autógrafa de la nueva ley de promoción agraria incluye un artículo sobre beneficios tributarios, vinculados al pago del Impuesto a la Renta (IR).
Sin embargo, un tema que no estaba antes y entró en el último texto fue que las personas naturales o jurídicas con ingresos netos menores a 1,700 UIT (S/ 7.3 millones) tendrán derecho a la devolución del 10% de la reinversión de hasta 70% del monto de utilidades anuales, luego del pago de utilidades.
Al respecto, el exjefe de la Sunat, Luis Arias Minaya, señaló a Gestión que este es un beneficio tributario que resulta “inédito” porque no existe para ningún otro sector de la economía. “Es una devolución… o mejor dicho, mal llamada devolución porque casi es una transferencia de dinero a las empresas que decidan reinvertir, es decir, si hay utilidad de 100 y se invierte 70, el fisco le regala 7”, refirió.
Arias Minaya agregó que hay un riesgo de que las empresas reciban estos recursos y realmente no inviertan, porque en el texto aprobado no se precisa qué entidad del Estado va a monitorear o revisar este punto dentro de la agroexportación.
“Dudo que eso vaya a impulsar la inversión, lo que va a hacer es que decisiones de inversiones, que en cualquier campo se darían, van a ser financiadas por el fisco y existe riesgo de que haya proyectos que no se realicen, pero que la empresa igual reciba el dinero. ¿Qué entidad del Estado va a monitorear, revisar, que la inversión se haya dado, sobre todo en empresas medianas agrarias?”, puntualizó.