Washington (AFP/EFE).- Puerto Rico, sumergido en una grave crisis fiscal, incurrirá en un default de US$ 2,000 millones de su deuda, pese a la aprobación de una ley que abre la puerta a una reestructuración, anticipó la calificadora Standard and Poor's.
"Un default es casi seguro", aseguró la agencia calificadora en un comunicado, añadiendo que en consecuencia bajará la nota de solvencia de la isla el martes, ya que el lunes es feriado en Estados Unidos debido a la fiesta de independencia.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García-Padilla, ya había previsto que el gobierno de la isla no está en capacidad de honrar este viernes sus compromisos de pagar cerca de 2,000 millones de dólares a sus acreedores.
Puerto Rico aseguró que tan sólo dispone de 200 millones de dólares en su cuenta operativa. Así lo explicaron el Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico (BGF) y la Autoridad de Asesoría Financiera y la Agencia Fiscal de Puerto Rico (AAFAF) en un comunicado en el que no aclararon si esa cantidad la van a destinar a pagar al menos parte de los intereses de la deuda que vencía o si la usarán para seguir financiando las operaciones del Gobierno.
Según S&P, 780 millones de dólares comprenden específicamente la deuda del gobierno central, y deben ser, en teoría, siguiendo los términos de la Constitución local, reembolsados con prioridad sobre cualquier otro pago.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, promulgó el jueves una ley que abre la puerta a que Puerto Rico reestructure su deuda, pero que no podrá impedir este default.
La legislación permitirá en cambio "suspender" todas las acciones legales de los acreedores para recuperar el dinero debido, explicó S&P.
Como contrapartida, el territorio, cuya deuda llega a unos 70,000 millones de dólares, estará bajo la tutela financiera de Estados Unidos, país del que es estado libre asociado.
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Una comisión de supervisión, cuyos miembros serán mayoritariamente elegidos por la oposición republicana que controla el Congreso, tendrá las riendas de las finanzas de la isla y estará a cargo de negociar con los acreedores.
La voluntad de la comisión para "imponer una reestructuración forzada de la deuda", dependerá de su composición, que aun es "desconocida", recordó la calificadora.
La crisis en el otrora próspero Puerto Rico comenzó cuando en 2006 finalizó un sistema de exoneración fiscal para empresas norteamericanas instaladas en la isla, lo que provocó una recesión económica.
Financieramente desangrados, sucesivos gobiernos emitieron deuda para cubrir el creciente déficit.
Mientras tanto, se aceleró el éxodo de puertorriqueños: entre 2010 y 2015 la población en la isla cayó 7%, más del triple que en la primera década del siglo, según el Pew Research Institute.