Se inicia un nuevo año y las perspectivas para la economía peruana por ahora no son tan auspiciosas en comparación a lo que fue el 2022.
Según las proyecciones oficiales para el país, tanto del Banco Central de Reserva (BCR) como el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el crecimiento sería de 2.9% y 3.1%-3.9%, respectivamente este año.
No obstante, proyecciones de organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que la variación del PBI real sería de 2.6%.
Por su parte, análisis de entidades como BBVA Research, Scotiabank, Credicorp Capital, Macroconsult, Thorne y Asocciates esperan que el 2023 cierre con avances de 2.5%, 2.4%, 2.3%, 2.1% y 1.9%, respectivamente.
El economista y socio de Macroconsult, Elmer Cuba, indicó que se verá un debilitamiento en la economía peruana, a pesar de contar con la entrada de Quellaveco, que ha evitado un enfriamiento marcado.
Señaló que la dinámica esperada va alineada en parte por la moderación de la actividad económica mundial y elevadas tasas de interés de la Fed, pero que también capta los factores idiosincráticos, como la crisis política que se resolvería con el adelanto de elecciones (aún debe ser aprobado en una segunda legislatura).
Cuba indicó que los planes de reactivación del MEF (Impulso Perú y Con Punche Perú) están incorporados en su proyección, y que su impacto sería más para evitar una mayor desaceleración.
“Las perspectivas en general no son muy diferentes a lo que se espera del mundo, en particular EE.UU. y Europa creciendo a penas 0.5%. Este contexto impacta en América Latina y Perú no es la excepción. Tendremos un año frío, pero probablemente mejor que otros países de la región”, manifestó.
José Larrabure, vicepresidente de CFA Society Perú, indicó que el escenario del 2023 es retador, teniendo en cuenta la complejidad externa y la persistencia de riesgos locales vinculada a lo político y social.
“Con un frente externo menos favorable, el impulso que tuvimos por el lado de los precios de commodities probablemente ya no suceda con esa magnitud y también veamos una menor demanda de nuestros productos de exportación. Por el lado interno, gran parte del escenario económico dependerá del ambiente político, por su relación con la inversión privada. Lo más probable es que se crezca menos que este año”, indicó.
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Empresas, términos de intercambio e inversión privada
La inversión privada crecería 1% en el 2023, según el BCR. No obstante, son varias las entidades que tienen una visión más pesimista respecto de este indicador.
Macroconsult, Scotiabank, Thorne y Associates y Credicorp Capital esperan una caída de 2.8%, 2.3%, 1.1% y 1% para el 2023, mientras que entidades como BBVA Research, un estancamiento (0%).
Cuba mencionó que las expectativas de las firmas, indicador que se vincula directamente con la inversión privada, no tendrían gran mejora este año a pesar del cambio de administración, y estarían sujetas al escenario electoral, en un marco de conflictos sociales activos.
La mayoría de indicadores de expectativas empresariales se mantienen en el tramo pesimista desde el 2021, según la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del BCR.
“Nos hemos aliviado de un gobierno bastante malo, algo que puede mejorar las expectativas de las firmas, pero eso no implica un rebote inmediato hacia el tramo optimista. Antes se giraban (las expectativas) alrededor del gobierno de Castillo y ahora sería en la evolución de la campaña política y también responden al deterioro del frente internacional y tasas altas. Se espera que se mantengan pesimistas y la inversión privada se proyecta a ser negativa; sin embargo, comparado a la región no estaríamos tan mal”, afirmó Cuba.
Destacó que si bien las expectativas negativas dan señal de una menor inversión, esto no se sería un efecto generalizado.
“No es que todas las empresas van a dejar de invertir, esto pasará solo en algunas firmas. Creemos que la menor inversión privada se reflejaría por el lado de construcción, debido al golpe que ha habido en los ingresos familiares por la inflación, los cuales estarían enfocados en reconstruir su canasta de consumo en lugar de invertir en casas, y, por el lado empresarial, hay un exceso de oferta de alquileres para oficinas”, manifestó.
Larrabure puso énfasis también en el panorama electoral y su posible impacto en la inversión privada.
“Entre seis y doce meses antes de una elección el sector privado generalmente detiene sus inversiones, aquellas que no son prioritarias, y entran en un periodo de observación. El flujo de inversión entonces va a depender de quienes se presentan (candidatos) y cómo van las encuestas”, anotó.
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Inversión pública
La proyección del BCR para la inversión pública es de 0% para el 2023, pero para las demás entidades consultadas caerá.
Macroconsult (-6.6%), BBVA Research (-8%), Credicorp Capital (-6%), Scotiabank (-3.5%) y Thorne y Associates (-4.7%) señalan como principal motivo de la contracción en este componente la entrada de nuevos gobiernos subnacionales.
“El gasto del MEF y gobierno central va a ir para arriba, pero no eso no va a contrarrestar el impacto que tendrá la entrada de nuevos gobiernos regionales y locales, que significan dos tercios de la inversión pública”, apuntó el economista de Macroconsult.
“Siempre que hay nuevos gobiernos municipales y regionales, lo que es usual es que el gasto no sea eficiente por la inexperiencia de quienes ocupan estos cargos. Este un viento en contra para el 2023 que necesitaría de este impulso”, dijo Larrabure.
Inflación y consumo privado
Respecto de los precios, el BCR espera que la inflación se ubique en 3% (dentro del rango meta) a fines de año, previsión que se alinea con la de Macroconsult.
Por su parte, BBVA Research (3.5%), Thorne y Associates (4%), Credicorp Capital (4%) y Scotiabank (4%) proyectan que no se ubique por debajo del 3%, sino hasta el 2024.
“La inflación no va a ceder en el verano del 2023, se espera que en los primeros tres meses aún se encuentre por encima de 8%. Esto se daría porque los alimentos tienen mala oferta por factores climáticos, la sequía (fenómeno de La Niña) que ha habido, y el atraso de la úrea y las malas señales. Esto último, porque el privado no importó mucho, porque pensó que el Gobierno traería ese fertilizante. Entonces, todo ello termina en una menor cosecha y eleva los precios en varias ciudades del país”, dijo Cuba.
Mario Guerrero, subgerente de Economía del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, prevé una inflación fuera de la meta por un descenso de precios menor a lo esperado en el 2022.
“El descenso de los precios durante el segundo semestre de este año (2022) fue menor a lo que esperábamos y eso nos llevó a elevar la trayectoria de la inflación hacia fines del 2023. Vemos resistencia en algunos precios, sobre todo por el lado de alimentos como pan y cereales, a pesar del comportamiento más estable del trigo (insumo asociado). Asimismo hay cierta inercia del resto de la canasta si se toma en en cuenta la inflación subyacente, la cual recién empezaría a descender en los primeros meses del 2023″, sostuvo.
El economista de Macroconsult mencionó que en la segunda parte del año se vería un marcado descenso del dato de precios.
“En el segundo tercio sí se verá descenso, y en la ultima parte del año sí habría una caída bastante pronunciada, pues esperamos que la inflación por el canal de petróleo y granos sea cero o negativa. Esto haría que la inflación se ubique nuevamente en su meta. El tipo de cambio también se espera que vaya hacia a la baja, que podría tocar los S/ 3.7, en favor de una reducción en el dato de inflación”, estimó.
A reglón seguido, mencionó que la inflación seguiría teniendo efecto en el consumo privado, que se espera se modere el siguiente año, en un marco donde el empleo de calidad no vería tanto dinamismo, situación que ha sido advertida por otros analistas.
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“La inflación ha ido mermando los salarios desde el 2021 y seguirá golpeando el poder de compra en el 2023. Por otro lado, los nuevos empleos no serían de calidad, sino más de bien de bajos salarios. Todo ello terminaría en un consumo moderado, que afectaría sobre todo el gasto en bienes duraderos”, apuntó.
Larrabure indicó que sectores como comercio y servicios serían los que sentirían más el menor dinamismo del consumo, en línea con otros analistas.
“El consumo se está viendo afectado por la inflación, pero en el 2022 se ha tenido un impulso por las AFP Y CTS, en un contexto de reapertura económica. Para el 2023 no avizoran que haya un soporte de este tipo para el consumo privado”, agregó.
Tasa del BCR
La tasa de interés de referencia del BCR, hoy en 7.5%, podría empezar a bajar a fines del 2023, según algunos análisis - ver tabla -.
“Lo más probable es que el banco central tome una pausa en el movimiento de tasas, y que este empiece a bajar en el último trimestre del 2023 en el marco de un descenso de la inflación. No tiene sentido que las mantenga arriba si la convergencia es rápida. Si la inflación cierra en 3% el siguiente año, una tasa de 7.5% sería contractiva. Nuestra proyección a fines de año es de 5.5% (tasa del BCR)”, indicó Cuba.
Mario Guerrero, subgerente de Economía del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, espera que no haya más aumentos, pero no descarta la posibilidad de un movimiento adicional de la tasa del BCR en 25 puntos básicos.
“Creemos que la tasa terminal es de 7.5%, pero el último comunicado del BCR deja abierta la posibilidad de que pueda haber un nuevo aumento y el desempeño que se espera para diciembre (en la inflación) no ayuda al escenario, por lo que podría haber una nuevo ajuste más (de la tasa)”, indicó.
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Escenarios pesimista y optimista
Para Thorne y Associates, un escenario “bajo” implicaría un crecimiento de 0% el siguiente año, mientras que uno “alto” podría terminar con un avance de 3.5%.
Los supuestos del escenario bajo son los siguientes:
- Intensificación de la crisis política: tensiones entre Ejecutivo y el Congreso continúan, y candidato de izquierda (con perfil autoritario) asumiría la presidencia en 2024. Se mantiene la tendencia de populismo económico vista en los últimos años.
- Escalada de conflictos sociales a nivel nacional.
- Demora en el descenso de la inflación global, mayores subidas de tasas de los bancos centrales y escenario de recesión económica global.
- Confianza de los agentes económicos se mantendría deprimida.
Respecto del escenario alto considera las siguiente premisas.
- Crisis política se disipa ante el anuncio ordenado del adelanto de elecciones en el 2024 y la elección de un candidato pro mercado con la aprobación previa de reformas políticas. Aprobación de reformas económicas que logren un aumento sustancial en la tasa de crecimiento potencial y en la productividad total de factores.
- Moderación de los conflictos sociales.
- Inflación global desciende antes de lo anticipado, bancos centrales inician inician con mayores recortes de tasas el 2023, y habría una mayor recuperación de la economía global.
- Confianza de los agentes económicos se recupera a partir del 2023.