En una economía dolarizada como la peruana, la compra y venta de es un negocio que puede brindar elevados beneficios.

A las arcas de los bancos ingresaron por operaciones cambiarias S/ 873.1 millones en el primer semestre, siendo la segunda fuente de ingresos financieros más importante detrás de lo que ganan por intereses de créditos.

Y es que, al año, las operaciones de cambio de divisas que las personas realizan en instituciones financieras, casas de cambio (tradicionales y digitales) y otras entidades alcanzan los US$ 175,000 millones, estimó Mateu Batle, CEO de la casa de cambio digital Rextie.

Así, al día, las personas –por cuenta propia, o de micro y pequeñas empresas– cambian por soles, y viceversa, por US$ 486 millones, en promedio. El grueso de este monto se hace en bancos (US$ 388.9 millones) y los restantes US$ 97.2 millones, en casas de cambio, cambistas, SAB y otras firmas.

Ese monto diario de operaciones cambiarias de las personas es levemente menor al que se transa, al día, en el mercado de cambios interbancario (US$ 500 millones).

“Es un mercado muy grande pues, por la historia del país, las personas siguen confiando en el dólar como moneda para ahorrar y hay productos y servicios que se venden en esta moneda”, indicó Batle.
Similar opinión tuvo Paulo Valdiviezo, cofundador de Kambista, quien explicó que las personas cambian divisas principalmente para pago de deudas en dólares o ahorro en esa misma moneda. Al mes, los créditos y depósitos en dólares suman US$ 15,000 millones, y gran parte ese monto pasa por el mercado cambiario, dijo.

Estimó que, al día, los peruanos realizan cerca de 100,000 operaciones de cambio de divisas. Según Rextie, el año pasado las operaciones cambiarias formales crecieron a ritmo anual de 17%.

Digitales

Al mercado cambiario peruano, dominado por bancos y casas de cambio tradicionales, se ha sumado un nuevo jugador: las casas de cambio digitales. Estas fintech aparecieron a inicios del 2017 y en poco tiempo han logrado aceptación de parte del público. Las operaciones cambiarias en canales digitales, ajenos a bancos crecen entre 20% y 25% al mes, estiman los ejecutivos. Si bien, comparado con el tamaño total del mercado, aún la participación de estas casas virtuales es incipiente, las expectativas son positivas.

“A mediano plazo (dos años), es muy probable que más del 20% de operaciones que se hacen en casas de cambio se hagan en una casa digital”, dijo Valdiviezo.

Como cada vez más se expande el uso de Internet, las personas hacen más transferencias desde su celular y la confianza por usar medios digitales aumenta, afirmó.

Competitivo

En parte, la aceptación de las casas de cambio digital radica en el mejor tipo de cambio que ofrecen comparado con el de los bancos, señalan Batle y Valdiviezo.

En estas operaciones, el spread bancario - diferencia entre tipo de cambio de compra y venta- está entre 1.5% y 2%, mientras que en una plataforma digital ese margen se reduce a alrededor de 0.3%, afirmó Valdiviezo.

Es decir, si una persona cambia US$ 10,000 en una casa digital, recibirá entre S/ 600 y S/ 800 más que si hiciera dicha operación en una ventanilla bancaria, sostuvo.

Incluso, respecto de la casa de cambio tradicional, la ganancia puede ser entre S/ 50 y S/ 100 en similar transacción, dijo Batle.

Y es que a diferencia de la calle, donde el precio del dólar se mantiene fijo casi todo el día, en las plataformas digitales varía según los movimientos del mercado interbancario, explicó.

Al 12 de agosto, uno de los bancos más grandes compraba dólares al público a un precio de S/ 3.20 si la operación se hacía en su canal digital (app o web), a S/ 3.19 en ventanilla, y a S/ 3.16 en cajero automático. La casa de cambio digital compraba dólares a S/3.252.

Fintech advierten que bancos cierran sus cuentas

Una de las barreras que observan las casas de cambio digitales a la expansión de sus operaciones es la que los propios bancos ponen. Dos fintech con las que conversó Gestión aseguraron que hay dos bancos que cerraron sus cuentas de forma arbitraria y sin previo aviso. Batle, de Rextie, y Valdiviezo, de Kambista, señalaron que los problemas los tuvieron con dos de los bancos más grandes con matriz en el extranjero.

“Como motivo, han señalado el artículo de lavado de activos, pero no nos han dicho qué parte de la ley no estamos cumpliendo. El reglamento señala tres causales: sobreendeudamiento, falta de transparencia o que esté comprobado que los miembros lavan activos.

En nuestro caso, ninguna ha sido comprobada”, enfatizó Valdiviezo. Similar opinión tiene Batle, quien advirtió que esa actitud atenta contra la libre competencia. “Al fin y al cabo, somos competidores y es una barrera más que tenemos”, sostuvo.

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