El vicecontralor de Control Social y Territorial, Luis Alonso Robas, explicó a Gestión que la Contraloría detectó vaivenes en Ositran, respecto al informe de interpretación al Contrato de Concesión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en manos de Lima Airport Partners (LAP), realizada por el Consejo Directivo del organismo regulador. La controversia se ciñe respecto al nuevo terminal de pasajeros, si es que deben ser uno o dos.
En mayo último, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y LAP suscribieron un acta de acuerdos con una serie de compromisos, el mismo que se basa en las conclusiones del informe de Ositran en cuestionamiento. Con ello el MTC abre la posibilidad a LAP para que pueda presentar como diseño conceptual con dos terminales, ahora en manos de la DGAC.
LEA TAMBIÉN: Ampliación Jorge Chávez: cuáles son los principales puntos que acordaron LAP y MTC
Desde LAP se busca luz verde para la construcción de dos terminales, pese a que la propuesta inicial era de uno. Esta posibilidad de dos terminales que indica el MTC se respalda -justamente- en la interpretación que hizo el regulador al contrato de concesión, la misma que según evidencias de la Contraloría no ha sido transparente.
¿Qué halló la Contraloría en Ositran?
Antes del acuerdo entre LAP y MTC, este ultimo solicitó al Ositran una interpretación al contrato de concesión respecto a la viabilidad o no de dos terminales de pasajeros -como parte de la ampliación- en vez de uno como inicialmente estaba previsto. Ositran consideró que no cabe una interpretación al contrato de concesión, dado que en las conclusiones se indicaba que se permitía la “conexión entre terminales”, con lo cual abre la posibilidad de que LAP pueda operar dos terminales.
Robas detalló que -como parte de la pesquisa- llamó la atención del órgano de control “las contradicciones” entre lo que sostienen las jefaturas (órganos técnicos) del organismo regulador sobre la inviabilidad de dos terminales con la opinión que finalmente emite el Consejo Directivo de Ositran.
La evidencias se sustenta en un primer informe (con número 0015-2022-IC-OSITRAN) que emite al Consejo Directivo del regulador (ente máximo del Ositran) las jefatura de asesoría jurídica y de supervisión y fiscalización y sus gerencias. En la misma se señala “que la ejecución de la mejora obligatoria del nuevo terminal de pasajeros corresponde a un terminal único”.
El vicecontralor detalla que este informe posteriormente fue devuelto por el Consejo Directivo pidiendo a estas gerencias y jefaturas un mayor sustento a la opinión indicada. Así a través de otro informe (con número 0016-2022-IC-OSITRAN) estas gerencias con sus jefaturas (órganos técnicos) mantuvieron la posición respecto a que el “nuevo terminal de pasajeros corresponde a un terminal único” y ampliaron los argumentos según lo solicitado.
Luego el Consejo Directivo de Ositran les pide absolver preguntas, emite su opinión respecto a opinión previamente emitida -valga la redundancia- en la que señala su desacuerdo y les pide una nueva evaluación. Esta tercera posición (de las gerencias y jefaturas) es remitido al Consejo Directivo a través de otro informe (con número 0019-2022-IC-OSITRAN) en la que se reafirman en lo señalado en el sentido de que el nuevo terminal de pasajeros corresponde a un terminal único.
Tras ello -sostiene Robas- el Consejo Directivo de Ositran nuevamente emite otro memorándum a las gerencias “a efectos de que proceda a completar o corregir algún aspecto relevante”. Es así que se emite otro informe (con número 0022-2022-IC-OSITRAN), sin contar con el visto de sus respectivas jefaturas (órganos técnicos).
Dicho informe, dice Robas, señala que la “conexión entre terminales” debe aplicarse en caso el aeropuerto tuviera dos o más terminales, recomendando finalmente que no corresponde iniciar el procedimiento de interpretación.
“Este informe contradice lo que indicaba los otros tres informes emitidos por el área técnica, abriendo la posibilidad a que existan dos terminales. Este (documento) finalmente fue aprobado por el Consejo Directivo sin sustento técnico alguno. Esta opinión finalmente fue remitida al MTC”, detalló.
Para el vicecontralor este actuar de Ositran “resta predictibilidad y transparencia, además tampoco se tomó en cuenta a los usuarios. Estos vaivenes llaman la atención, sobre todo que se haya omitido la opinión de las jefaturas -que son las áreas técnicas- que tres veces han dicho que no se puede (la implementación de dos terminales) y en la ultima opinión ya no se les toma en cuenta y se cambie de opinión”.
La respuesta de Ositran
Tras el reporte de Contraloría, desde Ositran se indicó -en un comunicado- que con su decisión informada del MTC -que no cabe una interpretación al contrato de concesión- “no se ha modificado cláusula contractual alguna, por el contrario, al no haber procedido a interpretar, corresponde ceñirse al texto del contrato”.
Para Ositran la “situación adversa” señalada por la Contraloría se debe a “formalidades” y que la decisión de su Consejo Directivo ha estado debidamente sustentada y que -además-ha recogido las recomendaciones de los informes 15, 16 y 19 “todos estos congruentes en el sentido de que no correspondía iniciar procedimiento de interpretación del contrato de concesión, por lo que se entiende que rige la literalidad del mismo”.
Al respecto, el vicecontralor señaló que lo que se cuestiona es que se haya tomado en cuenta en tres informes (15, 16 y 19) los aportes del área técnica y en el informe 22 se dejó de lado. “Lo que más nos llama la atención es que se cambie la opinión y no se explique porque se cambió de opinión cuando la ley es clara y dice que se tiene que tener una debida motivación. Ello contraviene los principios de transparencia y predictibilidad de ley de APP”.
Lo que viene ahora
El vicecontralor no descarta que la Contraloría realice un un control posterior de este proceso, que se hará una vez la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) emita su informe final u opinión vinculante respecto al diseño del nuevo terminal presentado por la concesionaria LAP.
“Podríamos iniciar un control posterior en la que se hace una radiografía de lo ocurrido y en la que se identifican perjuicios. Nos mantenemos alertas a lo que diga la DGAC para hacer las evaluaciones del caso”, agregó.
En esa línea, dijo que -tras el informe de control- Ositran tiene 45 días para poner en conocimiento a la Contraloría respecto a las acciones que va a a tomar respecto a estos vaivenes y falta de transparencia. La que se daríaen julio.
“Lo que corresponde es que brinde una explicación. Acá tenemos hechos concretos: tres informes con las opiniones de las jefaturas técnicas especializadas y hay un informes posterior que el número 22 en la que advertimos ya no hay opinión de las áreas técnicas/especializadas y que esta opinión es transmitida a la DGAC”, precisó.
El acta de acuerdo suscrito entre el MTC y LAP -en mayo- también está bajo el “ojo” de la Contraloría.
“En general estamos recopilando información sobre todo el proceso estamos recopilando información y revisando y si encontramos hechos que contravienen contra la norma lo alertamos. Si encontramos hechos que generasen un perjuicio se hará un control posterior”.
“En este caso quien debe definir los niveles de calidad que se le brinde al usuario, ya que toda infraestructura pública tiene que hacerse desde el punto de vista del usuario, es la DGAC por lo que estamos esperando su decisión sobre el particular. Ya que ellos autorizan o no la modificación del plan de diseño aeroportuario”, puntualizó.
- Los informes de la Contraloría -aclaró- “no son vinculantes”.
LEA TAMBIÉN: Otra vez nuevo terminal del Jorge Chávez en la mira, ahora Contraloría cuestiona decisión de Ositran