En agosto de este año, el sector telecomunicaciones cayó 3.90%, su tercera cifra negativa en el año, según data del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). ¿Qué hay detrás?
Para el Osiptel, esto debe “tomarse con pinzas”, pues la estructura que usa el INEI para el cálculo del PBI del sector toma como año base el 2007 y le da menor peso (ponderación) al servicio de Internet (15.8%), así como al de transmisión de datos (3.8%), siendo estos últimos los que más han expandido su uso en los último diez años.
“Esto reflejaría, desde nuestro punto de vista, una necesidad de que se cambien las ponderaciones para hacerlas más acordes con los avances tecnológicos y de uso sobre todo en el sector telecomunicaciones, ya que puede ser que para otros sectores no sea tan relevante”, detalló el director de Políticas Regulatorias y Competencia del ente regulador, Lennin Quiso.
Aun así, la caída del sector telecomunicaciones nos muestra que las tendencias están cambiando. Por ejemplo, hay una tendencia a la baja en la demanda del servicio de telefonía fija, que se refleja, en parte, en Telefónica (Movistar) -uno de los mayores proveedores de este servicio-, ya que sus ingresos por este concepto continuaron reduciéndose en el primer semestre de este año (-34.5%, respecto a los seis primeros meses del 2021), asociado a la menor demanda.
¿Qué ha pasado con el tráfico de voz (llamadas)? A junio 2022 ha retornado a niveles prepandemia (7,000 millones de minutos mensuales). Este indicador se incrementó durante la peor etapa del covid-19 a raíz del confinamiento social y la necesidad de comunicación, en 30% aproximadamente, llegando a un máximo de 9,000 millones de minutos al mes.
Pero, aclara el regulador, ahora no existe la necesidad de llamadas o al menos no en la magnitud que al inicio de la pandemia, por lo que el tráfico habitual de voz ha vuelto a sus niveles tradicionales.
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Internet fijo y móvil
Un panorama totalmente distinto muestra el servicio de Internet. En el caso de Internet fijo, por ejemplo, se expandió en 5.2% en el segundo trimestre del 2022 respecto a similar periodo del 2021, lo que se debe principalmente -refirió Quiso- a la mayor demanda por conexiones de fibra óptica, las que se han incrementado en 89.2% y a la fecha representan el 28% de las conexiones totales.
Para este año, el regulador proyecta un crecimiento en número de conexiones de Internet fijo de 10% con relación al 2021, principalmente por la fibra óptica.
Al segundo trimestre del 2022 ya hay 875,187 conexiones fijas con fibra óptica (Internet de alta velocidad). “Esperamos que la fibra óptica sea, precisamente, la que guíe el crecimiento del Internet fijo”.
En Internet móvil también se ha visto un incremento del tráfico de 4.2% en comparación con el segundo trimestre del 2021. Para Telefónica (Movistar), un elemento que aceleró el uso de Internet ha sido la pandemia. En el caso de esta operadora -explicó su gerente de Regulación, Ana Claudia Quintanilla-, solo el tráfico de datos móviles ha crecido en casi 20% en el último año y actualmente es 75% mayor que antes del confinamiento.
“Hoy el tráfico móvil y fijo en conjunto de Movistar es casi el doble del que teníamos en marzo del 2020. Sin embargo, el mayor consumo de GB (tráfico) no se ha traducido en mayores ingresos. Ello, conjuntamente a la dinámica competitiva, ha generado que las tarifas promedio de Internet se reduzcan significativamente año a año”, afirmó.
América Móvil (Claro) añadió que el consumo de datos móviles (tráfico) en su red casi se ha triplicado en los dos últimos años debido -apuntó su directora de Planeamiento Estratégico, Elisa Munares- a que cada vez hay más contenido y demanda no solo por redes sociales, sino de streaming e incluso juegos en línea, lo que dispara el uso de datos móviles.
“Para poder soportar este crecimiento tenemos que mantener nuestras inversiones para incrementar nuestra capacidad y también para modernizar nuestra red a fin de tener la última tecnología que nos permita hacer un uso muy eficiente del espectro radioeléctrico”, añadió.
Una posición similar es la de Telefónica (Movistar), ya que consideró que en un contexto de mayor tráfico son necesarias mayores inversiones en infraestructura y fortalecimiento de la red para atender esta mayor necesidad de conectividad. Pero este entorno se ha visto exacerbado -añadió la firma española- por la próxima entrada en vigencia de las obligaciones de la ley de velocidad mínima garantizada, lo que significará un freno para la masificación de Internet.
A partir del 3 de diciembre, todas las operadoras del mercado estarán obligadas a garantizar una velocidad de 70% de Internet. Para el regulador esta ley -emitida por el Parlamento- podría reducir la velocidad de crecimiento en número de conexiones, con una incidencia mayor en zonas alejadas y que no tienen el servicio de Internet (móvil y fijo), ya que, ante un cambio en la exigencia de velocidades, los operadores van a priorizar mejorar sus redes en zonas donde ya tienen consolidado su mercado.
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“No se consideró que la mayoría de las tecnologías que usan las operadoras para brindar Internet, si bien son buenas, asequibles y sirven para cubrir la brecha digital, no pueden cumplir con las exigencias técnicas de la norma. Esto afectará principalmente a los usuarios más vulnerables y de zonas más alejadas que actualmente acceden a Internet a través de esas tecnologías”, precisó Quintanilla.
Un punto que hay que mirar con atención es que el número de usuarios de Internet ha caído por primera vez en seis años (entre enero y junio) desde 22.2 millones a 21.8 millones al primer semestre del 2022.
Esto se reflejó, sobre todo, en el sector socioeconómico E: el porcentaje de personas que usan Internet en este estrato pasó de representar un 48% a un 43% del total (población de 6 años o más).
Para enfrentar el panorama, en opinión de Quintanilla, se requiere evaluar mecanismos para fomentar las inversiones en el sector y eliminar las sobrecargas que afectan la masificación de Internet. Una posición similar es la de América Móvil (Claro).
Para su directora de Planeamiento Estratégico, un elemento que, precisamente, impide en llegar a más usuarios es la ley de velocidad mínima garantizada de 70%.
“¿Qué es lo que va a pasar? Vamos a tener que invertir en más capacidad para la base actual (para cumplir con la ley) y nos va a quedar un menor monto para invertir en nueva cobertura para nuevos clientes. En lugar de reducir la brecha digital que hemos venido haciendo en los últimos años, vamos a tener que invertir en capacidad para clientes que ya estaban conectados”, comentó.
Velocidad mínima
En junio del año pasado, se elevó la velocidad mínima garantizada de conexión a Internet (texto que fue aprobado por el Congreso). Es decir, los usuarios de Internet deben obtener una velocidad mínima garantizada del servicio de banda ancha, la cual no podrá ser menor al 70% de la velocidad contratada.
Esta propuesta fue cuestionada en su momento desde diferentes flancos. Por ello, el MTC presentó una propuesta que podría mitigar parte de los impactos de la ley. Se trata de una actualización de los valores mínimos de acceso a Internet de banda ancha.
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La normativa actual indica que la velocidad mínima efectiva de descarga, en el caso de banda ancha para Internet fijo y móvil, es de 4 Mbps, mientras que de carga es de 1 Mbps. Pero se propone establecer dos velocidades de descarga, una para Internet fijo (20 Mbps) y otra para Internet móvil (5 Mbps); lo mismo pasa con velocidades de carga para Internet fijo (7 Mbps) e Internet móvil (2 Mbps).
Para el MTC, de aprobarse esta propuesta, se reducen los costos de las empresas dado que solo las conexiones de banda ancha (con las nuevas velocidades propuestas), que son alrededor de 235,000, tendrán la obligación de cumplir el porcentaje de velocidad garantizado.
Juan Rivadeneyra, presidente del Comité de Telecomunicaciones de AFIN, se mostró a favor de la propuesta planteada desde el Ejecutivo, ya que ayuda a viabilizar el cumplimiento de la ley de velocidad mínima garantiza. “Si bien no es la solución total, ayuda a no perjudicar la conexión de aquellos peruanos que necesitan el servicio”.
Incluso así, esta propuesta, agregó, no es suficiente, ya que hay acciones que aún faltan implementarse y que están en manos del regulador.