Las monedas latinoamericanas se están recuperando tras un pésimo 2021 a medida que los inversionistas aprenden a convivir con el riesgo político de la región y, en cambio, se centran en el aumento de las tasas de interés locales y el alza de los precios de las materias primas. Es probable que al menos dos monedas amplíen sus ganancias.
Brasil, Chile y Perú son las tres monedas de mercados emergentes que han tenido los mejores desempeños este año, lo que representa un drástico cambio con respecto a 2021, cuando cuatro de las seis peores monedas eran latinoamericanas.
“Las monedas latinoamericanas siguen siendo muy baratas en los niveles actuales”, dijo Andrés Pardo, jefe de estrategia macro para América Latina de XP Investments. La combinación de mayores tasas de interés y bajas valoraciones probablemente “atraerá a las cuentas internacionales con mucho dinero para que aumenten la exposición en la región”.
Pardo destacó al real brasileño, que está aproximadamente un 40% más barato que su valor razonable en términos de tipo de cambio real y se encuentra entre las monedas más subvaloradas de la región. Los pesos colombiano y chileno también están bastante subvalorados, según estima. El aumento de los precios del cobre y el mineral de hierro, las principales exportaciones de los países, y el aumento de las tasas de interés harán más atractivas las valoraciones de las monedas.
Los bancos centrales latinoamericanos fueron los primeros en subir las tasas el año pasado, y los encargados de la política monetaria de Chile y Colombia han sorprendido a los mercados con fuertes alzas este año, en anticipación al endurecimiento de la Reserva Federal. Es más, se especula con la posibilidad de alzas de tasas de emergencia en ambos países a medida que se dispara la inflación local. Mientras tanto, los responsables de la política monetaria en Brasil han aumentado los costos de endeudamiento hasta el 10,75%, el nivel más alto en casi cinco años.
Las monedas se preparan para seguir subiendo gracias a “valoraciones más atractivas, los picos de los riesgos idiosincrásicos, ciclos de ajuste más agresivos y precios más robustos de las materias primas”, escribieron los estrategas de JPMorgan Saad Sidiqui y Gisela Brant en una nota dirigida a los clientes del 10 de febrero.
La mayor parte de esos “riesgos idiosincrásicos” son políticos después que Chile y Perú eligieron el año pasado Gobiernos de izquierda y se prevé que Colombia y Brasil hagan lo mismo en 2022. Los inversionistas ahora están moderando esas preocupaciones, ya que es poco probable que la nueva ola de Gobiernos de izquierda revierta las políticas de las economías de libre mercado.
Impulso de las materias primas
Todas las principales monedas latinoamericanas han subido este año, desafiando las leves ganancias del dólar. El real brasileño encabeza el grupo, con un alza del 8,7%, mientras que el peso mexicano, el más rezagado de la región, se ha fortalecido un 1,3%. El índice del dólar, por su parte, ha subido menos del 0,2%.
Los precios de las materias primas pueden ser el mayor catalizador de ganancias adicionales.
Mientras las tasas se disparan en todo el mundo desarrollado, China ha intensificado sus esfuerzos para impulsar su débil economía con la primera reducción de tasas de interés desde abril de 2020. El optimismo sobre la segunda economía mundial, sumado a las tensiones entre Rusia y Ucrania, han disparado los precios de la energía, impulsando las monedas vinculadas a las materias primas.
El índice de materias primas de Bloomberg, que se mide en dólares, subió más del 8,7% en enero, la mayor alza para ese mes desde 1980, con un aumento de más del 16% de los precios al contado del mineral de hierro. Este mes, el índice ha sumado otra alza del 3,5%, gracias a un repunte del 5% del cobre.
Los futuros de materias primas descuentan escasez a medida que los mercados parecen estar “quedándose sin nada”, dijo Jeff Currie, jefe de investigación de materias primas de Goldman Sachs Global, en Bloomberg TV.
Persiguiendo a los ganadores
Los inversionistas se inclinan especialmente por las monedas de Brasil y Chile, los dos principales ganadores este año entre los 31 mercados desarrollados y emergentes que sigue Bloomberg.
En la mayor economía de América Latina, tanto extranjeros como locales han aceptado la posibilidad del regreso al poder de Luiz Inácio Lula Da Silva, el expresidente de izquierda que ha tenido una relación complicada con los mercados. Dos de los administradores de fondos de cobertura más reconocidos del país consideran que los mercados dan por hecho el regreso de Lula.
Los derivados muestran que los extranjeros se han vuelto los más alcistas sobre el real en casi cuatro años, mientras que inversionistas no residentes compraron 32.500 millones de reales en acciones locales en enero.
Brasil “es nuestra primera opción para la región tanto en renta fija como en renta variable” y “un BRL aún subvalorado debería respaldar los precios de los activos”, escribieron la semana pasada los estrategas Kathryn Rooney Vera y Gregan Anderson de Bulltick LLC en Florida. Citigroup también recomendó emparejar posiciones largas en divisas en Chile, Brasil y Uruguay con una “pequeña posición corta en el peso colombiano” en su cartera modelo de mercados emergentes.
JPMorgan agregó la semana pasada una operación alcista en el peso chileno a las asignaciones de su cartera modelo, quedando con posiciones de divisas sobreponderadas en Chile, Perú y Uruguay, y subponderadas en Colombia y México.
“Creemos que a corto plazo el alfa estará en las divisas”, escribieron Siddiqui y Brant, de JPMorgan, en una nota del 10 de febrero. “El momento, así como la selección de países y activos, siguen siendo fundamentales”.