China representa una gran oportunidad para las exportaciones con alto valor agregado debido que de los 1,400 millones de habitantes, entre 350 y 400 millones son millonarios: capaces de adquirir productos exclusivos y de alto valor.
“En términos generales hasta hace unos cuatro años, China no aparecía en el top ten de las exportaciones no tradicionales, pero esta situación cambio cuando apareció en el puesto 10 hace tres años; el año pasado pasó al puesto 9 y ahora es el séptimo comprador de productos peruanos con alto valor agregado”, comentó a Gestión.pe el director de promoción de las exportaciones, Mario Ocharán.
Una muestra de la importancia de China para las exportaciones no tradicionales se observa en el total de ventas generadas al exterior: entre enero a julio de 2019 las exportaciones no tradicionales sumaron US$ 340 millones, lo que implica un crecimiento de 6% en relación al 2018, según datos de Promperú.
“Si bien un actor importante de este resultado son los productos agropecuarios; un componente que esta alzando vuelo es el sector textil – confecciones”, aclaró.
Así, el funcionario precisó que tomando como base que los países asiáticos –liderados por China e India– destacan como los países que registran el mayor crecimiento en la demanda de prendas de vestir y que el repunte económico de Asia impulsará el mercado de la moda hacia el 2023, la estrategia peruana se enfoca hacia los consumidores con alto poder adquisitivo.
“Como Gobierno tenemos la estrategia de lograr un ingreso muy agresivo al mercado chino con toda nuestra batería de oferta exportable –inclusive en manufactura y servicios– de hecho los abanderados son el agro, la pesca y el sector textil–confecciones sabiendo que en este rubro en especial existe una gran competencia en términos de costo, diseño y distribución por lo que hemos diseñado estrategias quirúrgicas para los varios nichos de mercado que tiene esta potencia”, arguyó.
-La estrategia peruana-
“El gran reto de los confeccionistas peruanos –además del idioma y la distancia– es adaptar el diseño a la demanda y necesidades de los diferentes nichos de mercado que existen en China, tomándose en cuenta que el consumidor de Beijing es distinto al de Shangai y este a su vez es diferente al de Shenzhen, y este es diferentes al de otras ciudades que integran este gran país”, afirmó el director de promoción de las exportaciones.
Así, como parte de la estrategia peruana, Promperú se ha enfocado en dos ciudades claves Beijing y Shangai a través de tiendas especializadas para lo cual se firmó alianzas estratégicas entre empresarios chinos y empresas peruanas para colocar centros de distribución en estas ciudades que faciliten el envió de las prendas compradas –a través de market place– por ciudadanos chinos.
Pero no es lo único. “En China todas las compras se realizan por el WeChat por lo que tenemos que adaptarnos a sus usos y costumbres. Es así que nos hemos asociado con plataformas electrónicas, especializados en e-commerce ofreciendo nuevos canales de distribución y venta a los confeccionistas peruanos”, indicó.
En concreto, se logró un acuerdo con el portal Jingdong (JD) para que los exportadores peruanos muestren sus productos por esta plataforma dedicada al segmento de lujo en China. “Hay un proceso de selección para que las marcas privadas puedan participar de esta plataforma, convirtiéndose en otro canal de business to consumer en la que estamos trabajando”, indicó la especialista del departamento de Industria de Vestimenta y Decoración de Promperú, Lizzette Condor.
Hasta el momento entre 10 a 15 empresas peruanas del sector textil-confecciones se están beneficiando de esta estrategia. “Este mes tenemos –por ejemplo– la misión comercial de Perú Moda en Asia que estará enfocado en ofrecer el talento peruano en modas tanto por el lado de outsourcing como de marcas propias”, comentó.
-Se buscan diseñadores-
Otro de los desafíos que enfrenta el sector textil-confecciones es la ausencia de diseñadores que “lean” las tendencias y demandas de nichos específicos y de alto poder adquisitivo.
“Nos falta una mayor cantidad de diseñadores que puedan leer las tendencias en los nichos de mercado y se puede atender así la demanda de países con millones de millonarios como China”, especificó Mario Ocharán.
Los confeccionistas peruanos –por lo general– realizan el servicio de outsourcing. No obstante, existe la posibilidad de que se puedan proponer el diseño del producto demandado por el comprado, lo que le otorga una ventaja competitiva, incluso respecto a costos.
“Tiene mucho que ver con el conocimiento del mercado que tenga el diseñador: estamos hablando de un diseñador integral, que no solo sea creativo sino que conozca el mercado para adaptar su creación a la demanda. El detalle es que hay muchas escuelas de modas que no adaptan el 100% de su formación a lo que demanda mercado”, alertó la especialista del departamento de Industria de Vestimenta y Decoración.
En esa línea, agregó que los diseñadores peruanos cuentan con talento y creatividad pero es urgente –tomando en cuenta las oportunidad que representa los países asiáticos para el sector textil– que adapten su creación a lo que el mercado pide.
A ello se añade –como otro desafío– la carencia de una gestión exportadora en las empresas dedicadas a las confecciones para su venta al exterior. “El manejo del drawback; la devolución del IGV; el costo mismo para hacer una logística eficiente. En Promperú contamos con la Ruta Exportadora para fortalecer la gestión de las empresas. En el sector textil, por citar un ejemplo, tenemos varias rutas como Alpaca & Algodón para países nórdicos; asiáticos; entre otros. Es un material especializado”, indicó por su parte Ocharán.