Élida Vega Córdova
Ha pasado más de un año desde que la pandemia nos obligó a trabajar, estudiar y vivir de diferente manera. Y aunque por estos días, en algunos lugares persiste lo caótico del transporte público, también es cierto –como señala Fernando Velarde, cofundador y gerente general de Ve-Más– que el COVID-19 hizo que se replanteen muchas dinámicas y situaciones a las que ya estábamos acostumbrados.
Una de ellas es el transporte. Según el último informe de la consultora, “Hábitos de transporte posCOVID”, no solo hubo cambios en nuestras rutinas y costumbres, también se abrió espacio a nuevos o poco comunes medios de movilidad.
Mientras que a los cambios en el espacio urbano que se vienen generando, se han sumado las empresas inmobiliarias con ciertas modificaciones en sus proyectos.
Para empezar, el reporte destaca que los nuevos hábitos en nuestras actividades cotidianas “han causado un impacto significativo en la manera en la que nos desplazamos por la ciudad, lo que ha ocasionado una variación en el número de viajes que se realizan a diario”.
En ese sentido, cita un reporte del Instituto Peruano de Economía (IPE), en el que se destaca que a febrero del 2021, en base a registros de Google, la movilidad pública promedio fue 48.6% menor que la estimada en enero del 2020.
Búsqueda ‘online’
Tomando en cuenta que esa información evidencia los cambios en la movilidad de la población, la consultora resalta el hecho de que en el 2020, la búsqueda en línea de bicicletas en el Perú aumentó en un 282% con respecto al año anterior.
Mientras que las búsquedas de scooters eléctricos, de acuerdo a un estudio elaborado por Mercado Libre, aumentó en 58%.
En línea con esas tendencias, según Google Trends, las búsquedas de ciclovías también mostraron un incremento en el último año. Así, desde el 2019 hasta febrero del 2021 se evidenció un alza que se hizo más notoria desde setiembre último.
Más bicicletas
Y como una clara muestra de que la micromovilidad empezó a ganar terreno, el informe de Ve-Más también resalta el crecimiento de la importación de bicicletas (mecánicas y eléctricas), scooters y motos eléctricas.
Destaca que en el caso de las bicicletas eléctricas, entre los meses de julio y agosto del año pasado, se registró –según la Sunat– un incremento de 2,294% y 569%, respectivamente. En ambos se importó 4,901 unidades, lo que representó el 86% de lo importado durante ese año.
Y, por el lado de los scooters y motos eléctricos, si bien en ComexPerú refieren que las importaciones registradas entre enero y agosto del 2020 no alcanzaron las cifras del 2019, año del boom de estos medios de transporte, sí prevén un alza en estos meses.
Espacios urbanos
Frente a esa nueva realidad, Velarde señala que nuestras nuevas maneras de movilizarnos también demandan un cambio en cómo se plantean las viviendas.
Y así lo han entendido muchas empresas inmobiliarias, sobre todo después de que el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) estableciera que los proyectos habitacionales deben contar obligatoriamente con estacionamientos para bicicletas.
Según las modificaciones al Reglamento Especial de Habilitación Urbana y Edificación, desde el 2019, las promotoras de los proyectos inmobiliarios deben destinar un 5% del área neta prevista para estacionamiento vehicular para dicho fin.
En ese sentido, no sorprende que firmas como Líder Grupo Inmobiliario, Besco, Actual Inmobiliaria, Aurora Grupo Inmobiliario o Edificaciones Inmobiliarias, por mencionar solo algunas, destinen áreas especiales para estacionamientos de bicicletas. Y es que la micromovilidad muestra señales claras de haber llegado para quedarse.