Las acciones mundiales operaban a la defensiva el lunes y el dólar se mantenía cerca de máximos de un año ante las preocupaciones de que una mayor inflación, la escasez de oferta y los problemas del sector inmobiliario de China puedan poner en riesgo la recuperación económica global.
Los mercados de valores cayeron a mínimos de dos meses y medio la semana pasada, luego de un tórrido septiembre que los vio perder más del 4% cuando los rendimientos de los bonos de Estados Unidos aumentaron 20 puntos básicos, la Reserva Federal señaló su disposición de comenzar a retirar los estímulos este año y el gigante inmobiliario China Evergrande ingresó a una crisis por su carga de deuda.
La situación no se ha disipado, con las operaciones de acciones de Evergrande suspendidas en Hong Kong, días después de que no realizara un segundo tramo de pagos de intereses sobre su deuda “offshore”.
Wall Street abrió con pérdidas leves, con un enfoque los planes de gasto del Gobierno del presidente Joe Biden, las disputas del Congreso sobre el techo de la deuda y los datos de empleo que se divulgarán el viernes, que serán clave para resolver el momento en que la Fed empezará a recortar sus compras de activos.
Al inicio de la jornada, el índice Nasdaq bajaba 73.57 puntos o 0.51%, a 14.493,12 unidades; mientras que el promedio industrial Dow Jones perdía 13.50 puntos o 0.04%, a 34.312,96 unidades; y el índice S&P 500 cedía 8.20 puntos o 0.19%, a 4.348,84 unidades.
El índice general paneuropeo, que perdió un 2.2% la semana pasada, logró estabilizarse, mientras que las acciones en Asia se debilitaron durante la noche, empujadas por una pérdida del 2.7% en Hong Kong y una caída del 1% en el referencial Nikkei de Japón.
Francois Savary, analista de la gestora suiza Prime Partners, dijo que los mercados estaban valorando cada vez más un escenario de “estanflación” -que combina un crecimiento mediocre y una elevada inflación-, un viento en contra para las bolsas que han escalado hasta una serie de máximos históricos y cotizan en niveles exorbitantes.
“Se puede vivir con mercados altamente valorados si se tiene la perspectiva de crecimiento económico por delante. Pero si se cree que la estanflación se está convirtiendo en un problema y la única opción es endurecer la política monetaria y matar la actividad, eso no es bueno para las acciones”, dijo Savary.
Si bien los datos recientes mostraron un sólido gasto de los consumidores y de la actividad de fábricas en Estados Unidos, los temores de inflación están siendo avivados por los futuros del crudo cercanos a US$ 80 el barril, en tanto que los precios del gas en Europa se acercan a un récord de 100 euros por megavatio hora.
Estos factores, junto con las persistentes intermitencias en las cadenas de suministro, podrían obligar a los bancos centrales a endurecer la política monetaria antes de lo esperado