Los precios del cobre se recuperaron este viernes, pero estaban en camino de registrar una caída semanal de casi un 3%, y operadores advirtieron que es probable que se produzcan más pérdidas debido a las preocupaciones sobre los precios de la energía y el crecimiento chino.
A las 1000 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ganaba un 1.7% a US$ 9,087 la tonelada después de caer un 2.4% en la sesión anterior.
El contrato, que ha ido descendiendo desde que en mayo llegó a un máximo récord de US$ 10,747.50, registraría una declive semanal de casi un 3%.
“Nos acercamos a un área clave de soporte, que se ha convertido en una línea importante en la arena, y se mantuvo, por lo que está atrayendo algunas coberturas a medida que nos acercamos al fin de semana”, dijo Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank en Copenhague.
“Pero se mantienen los riesgos primordiales desde una perspectiva a corto plazo. La perspectiva técnica se ve bastante sombría en algunos de los índices bursátiles clave, mientras que el continuo aumento de los costos del combustible está minando la capacidad de la industria para producir y crecer”, añadió.
La situación en China, el principal consumidor de metales, también era preocupante, con la actividad de las fábricas mostrando una contracción por primera vez desde febrero del año pasado al mismo tiempo que una crisis de deuda inminente golpeó al gigante inmobiliario China Evergrande Group.
“Aunque la crisis energética podría tener un impacto mixto en la oferta y la demanda de materias primas, el mercado está dando más peso a las pérdidas de demanda resultantes de la desaceleración del crecimiento económico”, dijeron analistas de ANZ en una nota.
Los mercados chinos estuvieron cerrados el viernes por la festividad de la Semana Dorada.