Los precios del cobre caían el lunes, ya que el aumento de los casos de COVID-19 y los datos manufactureros más débiles de lo esperado en China, el mayor consumidor mundial del metal, aumentaron la preocupación por la debilidad de la demanda.
Las restricciones por COVID están afectando a las fábricas de numerosas ciudades chinas y el yuan caía a su nivel más débil desde 2007, haciendo que los metales a precio de dólar sean más costosos para los compradores locales.
El cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaba un 1.2% a US$ 7,458 la tonelada a las 11:22 GMT.
Los precios del metal utilizado en las industrias de la energía y la construcción han caído más de un 30% desde su máximo de marzo, ya que el crecimiento económico chino se ha tambaleado y Europa y Estados Unidos parecen entrar en recesión.
“La confianza hacia China es muy bajista en este momento. No se puede descartar que el cobre caiga por debajo de los US$ 7,000, pero eso debería ser una oportunidad de compra”, dijo el analista de Julius Baer Carsten Menke, señalando las expectativas de una oferta de cobre ajustada en los próximos años.
El banco central de China volvió a decir que aumentará el apoyo crediticio a la economía y mantendrá estable el yuan.
En tanto, el mercado espera que la Reserva Federal de Estados Unidos suba las tasas de interés en otros 75 puntos básicos esta semana, sofocando el crecimiento económico en un intento de reducir la inflación galopante.
El Banco de Inglaterra también está preparado para una gran alza de tasas y la inflación europea ha vuelto a superar las expectativas, alcanzando un récord que sugiere que podrían producirse más subidas de tasas.
El aluminio LME bajaba un 0.7% a US$ 2,196.50 la tonelada, el zinc caía un 3.7% a US$ 2,718, el níquel perdía un 0.9% a US$ 21,925 y el estaño bajaba un 2.4% a US$ 17,670. El plomo, por su parte, subía un 0.9% a US$ 2,005 la tonelada.
Con información de Reuters