Los precios del cobre subían el miércoles a su nivel más alto en casi dos semanas, impulsados por un dólar más débil en medio de esperanzas de que la inflación esté llegando a su punto máximo y se pueda ralentizar el ritmo de alzas de tasas de interés de los bancos centrales.
A las 100 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ganaba un 1.9%, a US$ 8,189 la tonelada, su máximo desde el 17 de noviembre.
El índice dólar bajaba antes del discurso que ofrecerá más tarde en el día el jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, abaratando las materias primas tasadas en el billete verde para los compradores que usan otras divisas.
“Es probable que el presidente de la Fed, (Jerome) Powell, reitere el ritmo más lento de las subidas de tasas, por lo que el dólar puede tomarse un respiro y eso es una buena noticia para los metales”, dijo Amelia Xiao Fu, del Bank of China International. “Pero es probable que cualquier repunte sea limitado porque todavía hay presión macro sobre las materias primas y la inflación sigue siendo muy alta”.
El metal, usado en la construcción y la energía, tocó un máximo de casi cinco meses de US$ 8,600 la tonelada a principios de mes, pero retrocedió en gran medida por temor a que el aumento de los casos de COVID en el principal consumidor, China, frene el crecimiento y, por tanto, la demanda de metales.
El mercado seguía en vilo el miércoles, cuando se produjeron nuevas protestas en China por las restricciones impuestas por el COVID-19, con enfrentamientos con la policía antidisturbios en Cantón.
Además, los débiles datos fabriles chinos limitaban las ganancias, ya que el índice oficial de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero arrojó la lectura más baja en los últimos siete meses.
En otros metales básicos, el aluminio en la LME subía un 1.9%, a US$ 2,426 la tonelada; el níquel ganaba un 0.5%, a US$ 27,000; el zinc avanzaba un 1.1%, a US$ 2,968; el plomo añadía un 0.5%, a US$ 2,145; y el estaño mejoraba un 0.9%, a US$ 23,000.