La agencia de calificación Fitch rebajó el sábado la nota de la deuda de 28 empresas rusas de materias primas y afirmó que parece posible una “suspensión de pagos”.
Fitch bajó de B a “principalmente, CC” la nota del importante grupo gasístico Gazprom, de la petrolera Lukoil, de las empresas mineras Rusal, Polyus, Evraz y de otras 23 sociedades que trabajan con materias primas.
Por lo que es “probable” que estas empresas no consigan cumplir con sus compromisos financieros.
Para la agencia de notación de riesgos, la autorización dada por el gobierno ruso para devolver en rublos las deudas contraídas en países que figuran en una lista de “hostiles”, podría comprometer la capacidad de estas empresas para pagar a tiempo a los acreedores.
Esta lista incluye a todos los países de la Unión Europea, Australia, Reino Unido, Canadá, Mónaco, Corea del Sur, Estados Unidos, Suiza y Japón.
Esta medida forma parte de un paquete de acciones del Kremlin y del banco central ruso para intentar limitar el hundimiento de la divisa nacional, que perdió la mitad de su valor por las sanciones de las potencias occidentales a Rusia tras la invasión de Ucrania.
Fitch considera que “el continuo endurecimiento de las sanciones, incluidas las restricciones de comercio y de importación de energía, aumenta la probabilidad de una respuesta política de Rusia y debilita su economía, lo que hace que el ambiente operacional de las empresas se resienta”.
Reino Unido anunció el martes un embargo contra el petróleo ruso, así como Estados Unidos sobre el petróleo y el gas.
Moody’s, otra agencia de calificación de riesgos, también había situado la nota de Gazprom y de Lukoil esta semana en un nivel que presupone un riesgo muy elevado de impago.
A principios de marzo, tres grandes agencias de calificación colocaron a Rusia en la categoría de que podría no devolver su deuda a largo plazo, por el cúmulo de sanciones en contra.
Fitch bajó después mucho más esta nota, indicando que Rusia estaba ante un “default inminente” de su deuda.
Cuanto más baja es la nota de solvencia, menos confianza tendrán los prestamistas en ese país, por lo que se le complican mucho las posibilidades de préstamos a tasas de interés razonable.