materias primas
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Los productos primarios recibieron una paliza en 2018 y experimentaron fuertes declinaciones en toda la línea, desde el petróleo y el cobre hasta el café y el azúcar. ¿Qué les deparan los próximos 12 meses? El primer análisis de la situación anual ofrece un recuento selectivo de perspectivas y dificultades de algunas de las principales materias primas, y el panorama que emerge es razonablemente positivo.

El mapa de ruta llega de cara a un período activo. La disputa comercial entre los Estados Unidos y China concitará toda la atención esta semana dada la presencia de una delegación estadounidense en Pekín, donde las conversaciones comenzaron este lunes.

Por otra parte, habrá más señales sobre las perspectivas macroeconómicas al actualizar el Banco Mundial el martes su informe “Perspectivas económicas globales” y con el discurso del jueves del presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell. Los inversores también seguirán con atención el cierre gubernamental estadounidense en tanto persiste el conflicto político.

Por último, hay dos mercados emergentes candentes a destacar. La República Democrática del Congo acaba de postergar la difusión de los resultados provisionales de la elección presidencial en tanto crecen las críticas a la votación en la usina de metales.

Por otra parte, está previsto que el venezolano Nicolás Maduro inicie el jueves su segunda gestión presidencial, lo que genera indignación entre quienes lo critican en su país y en el exterior y plantea nuevas dudas respecto de la capacidad de Venezuela de seguir produciendo petróleo.

El dato más importante del mercado de productos primarios fue el trimestre pasado el pasaje del crudo del mayor nivel en cuatro años a un mercado bajista. El temor a un deterioro de las perspectivas económicas globales dio a los bajistas aún más munición. A continuación, los precios podrían recuperarse.

Perspectivas
Quienes apostaban al alza del oro tomaron la iniciativa en los últimos meses del 2018 y hay muchos motivos que sugieren que el metal de refugio podría sostenerse ante un ritmo más lento de incrementos de tasas y una búsqueda de protección de los inversores ante posibles turbulencias en los mercados de acciones y una desaceleración del crecimiento global.

El cobre cayó cada trimestre el año pasado, afectado por temores a una desaceleración del crecimiento global y como consecuencia de la disputa comercial entre EE.UU. y China, pese a lo cual los inversores podrían concentrarse más este año en el contexto positivo que ofrecen los indicadores industriales.

La soja recibe impulso de todo indicio de mejora de la relación comercial entre EE.UU. y China, lo cual seguiría dominando el comercio en el 2019. La oleaginosa subió a fines del 2018 luego de que una reunión entre los líderes de ambos países derivó en que el país asiático reanudara algunas de las importaciones de soja estadounidense.

Las compañías comercializadoras, sin embargo se mostraron decepcionadas ante la magnitud de las compras. Los agricultores estadounidenses confían en que los dos países lleguen a un acuerdo antes de que finalice una tregua de 90 días.

Luego de promediar casi US$ 70 por tonelada el año pasado, el mineral de hierro corre el riego de una caída. La materia prima, que dominan flujos procedentes de Brasil y Australia, enfrentará obstáculos derivados de un ritmo más lento de expansión en China producto de una producción de acero que, en el mejor de los casos, se mantendrá sin cambios.

Las decisiones de Pekín –en especial en lo relativo a un estímulo adicional en el contexto del conflicto comercial y la campaña contra la contaminación- seguirán siendo elementos de peso.