Los mercados de materias primas tienen un dicho muy conocido que dice que “la cura para los precios altos, son los precios altos”. Según JPMorgan Chase & Co., es posible que el proceso apenas esté comenzando a ocurrir en el mercado petrolero.
Los consumidores están sintiendo el malestar ya que el petróleo ha subido a más de US$ 100 el barril tras la invasión rusa a Ucrania. Pero la guerra real en Ucrania, las sanciones financieras dirigidas a Rusia y la propagación de la variante ómicron en China han tenido un impacto directo en la demanda de petróleo aún mayor que esos precios elevados, según el banco.
”Los precios altos claramente no son la única fuerza destructora de la demanda en el mundo en este momento”, escribieron analistas de JPMorgan, incluidos Natasha Kaneva, el jueves en una nota.
JPMorgan recortó su pronóstico de demanda para el segundo trimestre en 1.1 millones de barriles por día y redujo la perspectiva para los dos trimestres restantes en unos 500,000 barriles.
Las “revisiones están fuertemente concentradas en Europa, que sigue siendo el epicentro del choque geopolítico”, dijeron los analistas.
Después de un mes de precios récord para los combustibles, los datos sugieren que los consumidores están comenzando a reaccionar, dijeron. El crudo Brent ha subido desde que Rusia invadió Ucrania, cotizando a más de US$ 139 el barril, el precio más alto desde el 2008.
JPMorgan dijo que sus supuestos básicos incluyen la opinión de que la “aversión extrema” del mercado petrolero al crudo ruso disminuirá. Prevé que el petróleo ruso “varado” disminuirá a 2 millones de barriles por día en abril y a 1 millón a perpetuidad a partir de entonces, en comparación con hasta 3.5 millones en marzo.
El banco dijo que eso llevará a un precio promedio de US$ 114 por barril para el Brent en el segundo trimestre y de US$ 101 para el resto del año.