El oro ha demostrado ser muy resistente, con un avance de casi un 7% este año, a medida que inversionistas obvian el aumento de los rendimientos reales y el fortalecimiento del dólar para centrarse en el riesgo político y económico.
Si bien los factores tradicionales de rendimiento y divisas sugieren que el lingote está sobrevalorado, la demanda del activo refugio sigue siendo fuerte. Eso se debe a que los compradores de oro en fondos cotizados tienen una visión pesimista de la capacidad de la Reserva Federal de Estados Unidos para enfriar la inflación más alta de décadas sin perjudicar la economía. Para ellos, el oro es una cobertura contra los precios altos y el bajo crecimiento.
“El oro ha estado cuestionando efectivamente la capacidad de la Fed para aumentar las tasas reales y al mismo tiempo proporciona un aterrizaje suave para la economía”, dijo Marcus Garvey, jefe de estrategia de metales en Macquarie Group Ltd. “Se podría argumentar que el oro descuenta altamente que la Fed no lo logrará”.
El aumento de la incertidumbre geopolítica tras la invasión de Rusia a Ucrania también impulsa la diversificación estratégica de la cartera por parte de inversionistas menos preocupados por tasas reales más altas, según Joni Teves, analista de UBS Group AG.
El panorama económico mundial sigue siendo turbio, ya que una recuperación sólida de la pandemia se ve atenuada por la guerra en Ucrania y la batalla continua de China contra el COVID-19. Cualquier escalada del conflicto, que ya pesa sobre las previsiones de crecimiento, podría intensificar aún más el atractivo del oro.
Las sanciones a Rusia también podrían presagiar un giro de mayor alcance que fortalece el lingote. Analistas influyentes como Zoltan Pozsar de Credit Suisse Group AG prevén que la incautación de aproximadamente la mitad de las reservas de divisas del banco central ruso resultará en un nuevo paradigma monetario donde el oro juega un papel más importante.
“El precio actual tiene menos que ver con la inflación y el aumento de los rendimientos y más con los riesgos geopolíticos y el giro del banco central ruso hacia la acumulación de fuentes alternativas de riqueza”, dijo David Chao, estratega de mercado global para Asia Pacífico en Invesco Ltd. “Estoy un poco sorprendido de que el oro no esté a precios más altos”.
Aun así, para muchos observadores, hay señales de que la racha del oro podría llegar pronto a su fin. Los rendimientos del Tesoro ajustados a la inflación quedaron positivos por primera vez en dos años el miércoles, mientras que el dólar cotizaba cerca de su nivel más alto desde julio del 2020, lo que hace que el lingote, cuyo precio se estipula en la moneda estadounidense, sea más caro para los inversionistas extranjeros.