Antes de la guerra, Ucrania, un país que era conocido como “el granero de Europa”, exportaba 12% del trigo, 15% del maíz y 50% del aceite de girasol a nivel mundial. (Reuters/Valentyn Ogirenko)
Antes de la guerra, Ucrania, un país que era conocido como “el granero de Europa”, exportaba 12% del trigo, 15% del maíz y 50% del aceite de girasol a nivel mundial. (Reuters/Valentyn Ogirenko)

Los precios de los granos volvieron a subir esta semana, en particular el trigo y el maíz que rozan sus máximos históricos, en medio de la guerra en Ucrania y con la perspectiva de una caída de las reservas mundiales de trigo.

Los precios están “en niveles cercanos a los máximos registrados. La situación en Ucrania no mejora, y esto cobra más importancia a medida que nos acercamos a períodos cruciales para las siembras de primavera” boreal, alertó Gautier le Molgat, analista de Agritel.

Antes de la guerra, Ucrania, un país que era conocido como “el granero de Europa”, exportaba 12% del trigo, 15% del maíz y 50% del aceite de girasol a nivel mundial.

Pero “la continuación del conflicto dilata la capacidad de Ucrania para volver al mercado y el momento en que los puertos podrán volver a exportar”, advierte Edward de Saint-Denis, corredor de Plantureux y Asociados.

La capacidad de exportación de Ucrania se vio reducida a un 10% de su potencial, y únicamente por rutas y trenes. Los puertos vecinos del mar Negro en Bulgaria y Rumania están saturados.

“Está claro que plantaron trigo, pero ¿podrán cosecharlo y luego exportarlo? Esa es la pregunta” que se hace el mercado e impulsa los precios al alza, afirmó Jason Roose, de US Commodities.

Incluso las condiciones para sembrar son difíciles, según Edward de Saint-Denis: “Lo que constatamos con nuestros clientes en el lugar, es un gran problema por (falta de) carburante para las maquinarias” agrícolas.

Inflación

“El mercado continúa acumulando primas de riesgo cada día: prima por inflación, prima por la guerra, prima por el clima”, resume Roose. “El sector agrícola capta la atención del mundo entero”, añadió.

Los precios de los cereales son impulsados también por los del petróleo. El alza del crudo conlleva una subida de los oleaginosos, utilizados en la producción de gasoil, como la colza o la soja, y del etanol a base de maíz en Estados Unidos.

Precisamente en suelo estadounidense, el estado de los cultivos de trigo es mediocre y las siembras de maíz comienzan lentamente, según un informe del Departamento de Agricultura (USDA).

El tiempo frío y húmedo en el centro oeste del país, seco en las grandes planicies del sur, “no es ideal para el inicio de los cultivos”, lo cual también sostiene los precios, indicó Roose.

El maíz, cuyo precio en Chicago está en un máximo en más de diez años, también se benefició por gigantescas compras de China en las últimas semanas.

“China fue un muy importante comprador de maíz estadounidense en las últimas dos semanas, pues necesita alimentos para animales, y Ucrania no puede ofrecerlos”, dijo Jack Scoville de Price Futures Group. China compró dos cargamentos de un millón de toneladas cada uno.

Roose se pregunta si China”tendrá el poder de compra para adquirir más granos con precios a este nivel”.

En tanto, el alza de los precios de la soja, también cerca de máximos históricos, se tambaleó un poco en los últimos días por “preocupaciones sobre la demanda china, debido a los confinamientos por el COVID allí”, sostuvo Scoville.

“China no fue mencionado para la soja en los informes de ventas cotidianos del USDA en las últimas dos semanas”, añadió el analista, quien matizó que la oferta disponible de la oleaginosa para exportar desde América del Sur es limitada.

“En general, los operadores están tensos, y la industria se ve obligada a enfrentar una inflación galopante en las materias primas y en sus costos de producción”, señaló Edward de Saint-Denis, de Plantureux y Asociados.