Parece que los ruegos por un regreso repentino de las políticas monetarias conciliadoras han sido escuchados, y ahora los inversores hacen frente a las consecuencias: un mundo inundado con US$ 8.6 billones de deuda de rendimiento negativo.
Ésa es una de las razones por las que las gestoras de fondo asumen cada vez más riesgos en los mercados de renta fija en todo el mundo.
Véase este ejemplo de la semana pasada: Ecuador, que ha incumplido pagos de su deuda en numerosas ocasiones, logró vender bonos nuevos por US$ 1,000 millones pese a que el Gobierno está en negociaciones para una financiación del Fondo Monetario Internacional.
Grecia, propensa a la crisis, registró una demanda récord en su emisión de 2,500 millones de euros (US$ 2,900 millones). Y la república de Uzbekistán, alentada por el aumento del apetito por el riesgo, se va a reunir con los inversores para su debut de deuda internacional.
No es de extrañar que los principales fondos del mundo estén apostando a que el rally explosivo de la deuda de la economía en desarrollo aún tiene cierta trayectoria por delante.
Entretanto, el alto rendimiento de la deuda de Estados Unidos se encuentra en medio de un repunte, ya que los operadores apuestan a que una política monetaria más flexible prolongará el ciclo económico. Los prestatarios con calificaciones más bajas están de moda después de que la clase de activos registrara la mayor ganancia mensual en siete años.
"Hemos visto un enorme giro psicológico hacia la codicia desde el miedo en el espacio de unas pocas semanas", dijo Jamie Stuttard, co-director de renta fija mundial macro de Robeco Group en Londres, que está reduciendo la exposición crediticia en mercados desarrollados.
Es una repetición de la estrategia de inversión posterior a la crisis, malas noticias son buenas noticias. La idea: que una postura monetaria conciliadora para corregir los temores del mercado y el crecimiento favorecerá los activos de riesgo.
Una desaceleración de la fabricación en Alemania y la economía en contracción de Italia amenazan con bloquear el despegue del alza de tasas en la zona euro, mientras que la Reserva Federal la semana pasada señaló que ha terminado con las subidas de tipos hasta que la inflación repunte.
"Los mercados han demostrado repetidamente en el pasado hasta qué punto pueden ignorar la realidad económica y política cuando sienten que la política del banco central es un viento a favor", dijo James Athey, gerente de inversiones sénior en Aberdeen Standard Investments en Londres.
BNP Paribas SA ha explicado la justificación de este optimismo táctico: la postura conciliadora de los bancos centrales es la razón número uno por la cual el rally del nuevo año puede continuar, con los temores para un ajuste cuantitativo en segundo plano.
"El mercado ahora tendrá que repensar la narrativa de consenso del ciclo tardío", escribieron estrategas dirigidos por Viktor Hjort en un comentario.
En Morgan Stanley, el economista jefe Chetan Ahya también ha dado su bendición a los que apuestan por el riesgo. Ahya ve una recuperación del crecimiento mundial en la segunda mitad del año, liderada por los mercados emergentes, gracias a una distensión en las tensiones comerciales y la "flexibilidad" de la Fed.