Los precios del cobre caían el viernes tras alcanzar un máximo de varios años, presionados por tomas de ganancias, a lo que se sumaban las preocupaciones de los inversores sobre un acuerdo de estímulos de Estados Unidos y un posible colapso en las negociaciones del Brexit.
A las 10:50 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) caía un 1.2% a US$ 7,786 la tonelada, luego de trepar previamente a US$ 7,973.50, máximo desde febrero de 2013.
Las acciones globales también declinaban por menores expectativas de una aprobación en el corto plazo de ayuda por el COVID-19 en Estados Unidos y por mayores probabilidades de una salida caótica de Gran Bretaña de la Unión Europea.
El cobre se ha visto impulsado recientemente por acontecimientos alcistas, incluida la fuerte demanda de China y posibles problemas de suministro del metal.
“Tantas buenas noticias ya se incorporaron en el precio [...], la toma de ganancias tras un repunte tan fuerte no es sorprendente y también tenemos hoy un sentimiento de aversión al riesgo en las bolsas [...], una corrección del 10% no sería inusual”, dijo el analista Carsten Menke de Julius Baer.
En el pico alcanzado el viernes, el cobre mostró un ascenso de 82% desde los mínimos de 45 meses a los que cayó en marzo, durante las etapas iniciales de la pandemia COVID-19.
Sobre los mercados de metales además pesaba un dólar más fuerte después de tres semanas consecutivas de pérdidas. Un dólar alto encarece las materias primas para los tenedores de otras monedas.
Es probable que las ventas de vehículos de China alcancen los 25 millones de unidades este año, dijo un organismo de la industria, ya que el mercado de vehículos más grande del mundo continúa liderando la recuperación de la industria automotriz mundial.