Diariamente se registran alrededor de 32 millones de ciberataques en el Perú y en el último año se han dado 11,500 millones. “El Perú está en el top 20 de países más atacados en el mundo y la inversión en ciberseguridad apenas alcanzó los US$ 240 millones el año pasado”, advierte Jaime Mourão, country manager de la empresa de tecnología Stefanini - Sapia.
El ejecutivo señala que el monto, considerado bajo frente a los más de US$ 2,000 millones al año que invierten otros países, se debe a que las empresas en el Perú suelen considerar los sistemas de seguridad digital como un gasto y no como una inversión.
El phishing causa el 91% de los ciberataques en las empresas, en gran parte por la ignorancia de los empleados sobre los peligros de trabajar en línea. “Hay un rol muy importante de evangelización o capacitación a los empleados sobre normas de ciberseguridad”, dice Mourão.
Los ciberataques se pueden dar al teléfono, la desktop, la laptop o cualquier otro equipo conectado a Internet. “Una vez que se entra a la red, se puede ingresar a la computadora, la cual está conectada a la empresa”, advierte el ejecutivo. Los costos globales de daños por ransomware (secuestro de datos) alcanzaron los US$ 20,000 millones en el 2021, que equivale a 57 veces más el monto reportado en el 2015, según Cybersecurity Ventures.
En el Perú, las grandes empresas, específicamente de los sectores de banca, finanzas y servicios, son más sensibles a la ciberseguridad y las que más invierten en el área por ser las más vulnerables al robo de datos e identidad, y a las clonaciones. Los bancos reciben entre el 60% y 70% de los ciberataques. Los ciberdelincuentes venden la información robada de las organizaciones en la dark web y deep web.
Sin embargo, los proveedores de las grandes compañías, que son pequeñas o medianas empresas, no se enfocan en la ciberseguridad, lo que vulnera el ecosistema. Mourão también alerta que los ciberataques se realizan a través de las nubes o los procesos de las empresas, los cuales deben estar encriptados para ser menos vulnerables.
Los resultados
Stefanini-Sapia está en el Perú desde hace tres décadas. En los últimos cinco años ha experimentado el mayor crecimiento debido a la compra de 25 ventures. El año pasado se compraron nueve empresas, entre las cuales destaca la peruana Sapia. La compañía opera en 30 países y factura alrededor de US$ 1,000 millones al año.
En el Perú, la compañía de tecnología creció 35% del 2020 al 2021 y espera un crecimiento por encima del 25% al cierre de este año. “Sentimos que ha habido una desaceleración en la inversión en TI por parte de las empresas”, confiesa Mourão. La inversión privada en tecnología ha crecido 10%, según el último informe de EY. Pero entre el 2020 y 2021 el crecimiento había sido de alrededor 30%.
El menor ritmo responde a la cautela de las empresas de cara a la coyuntura política y económica. “Existe interés de las compañías por la ciberseguridad, pero al momento de tomar la decisión se preguntan en qué momento la van a usar”, comenta Mourão.
En el 2021, las empresas en el Perú invirtieron US$ 1.1 mil millones en servicios de tecnología de la información. Así, el país es el quinto en Latinoamérica que más invirtió en TI durante el segundo semestre de ese año.
El negocio de ciberseguridad representa alrededor del 10% de los ingresos totales de Stefanini-Sapia. El año pasado se registró un crecimiento del 80%. “Hay demanda, pero tiene que ser más explosiva. Hay mucha prospección, todos se interesan en el tema, pero hay poca decisión”, enfatiza Mourão. La demanda para este año se concrentra en analítica (big data), servicios de cloud (para almacenar la información) y ciberseguridad (para proteger la data).