En Colombia, la pregunta más importante para los inversionistas en este momento es si el país elegirá su primer Gobierno de izquierda este año, con Gustavo Petro como presidente, según un grupo de profesionales financieros que habló con Bloomberg.
Petro, de 61 años, lidera las encuestas previo a las elecciones presidenciales de mayo y ha generado nerviosismo entre los tenedores de bonos con promesas de poner fin a la exploración petrolera y reformar el Banco de la República para dar voz a las “organizaciones productivas” en la definición de la política monetaria.
“Siempre la pregunta es si va a llegar la izquierda al poder”, dijo Mario Gómez, socio gerente para Colombia de la consultora de riesgos Prospectiva.
Todo sigue en juego y una victoria de Petro está lejos de ser una realidad fija, según Gómez. En esta misma etapa durante la última carrera electoral hace cuatro años, Petro tenía una ventaja similar, mientras que el eventual ganador, Iván Duque, ocupaba el quinto lugar en algunas encuestas, dijo.
Si el 30% de los votantes que aún están indecisos todavía no han optado por la izquierda o la derecha, bien pueden inclinarse por un candidato de centro, comentó.
Gómez fue uno de los tres participantes en “Mercado Habla” realizado el 23 de febrero por Bloomberg News, que también incluyó a:
- Carolina Monzón, economista, Banco Itaú Colombia
- Arnoldo Casas, director de inversiones para Colombia, Credicorp Capital
“Baratísimo”
Los precios reflejan el riesgo político en este momento, pero una vez que se lleven a cabo las elecciones, podría haber oportunidades para que los inversionistas compren deuda barata, según Casas, de Credicorp Capital.
“Yo creo que terminado el ruido electoral hay muchos activos que están subvalorados, incluyendo la deuda”, dijo Casas. “Si uno le cree al Banco de la República que la inflación va a estar por debajo de 5% en Colombia o convergiendo al 3%, que es su meta, los activos están regalados en este país”.
Dado que el petróleo y el carbón representan casi la mitad de las exportaciones, los rendimientos de los bonos del Gobierno han subido a su nivel máximo desde que la pandemia de COVID-19 provocó una caída en los mercados crediticios hace dos años.
Pero incluso si Petro llega al poder, será difícil para él seguir adelante con su propuesta de poner fin a la exploración petrolera, e incluso podría llegar a la conclusión de que el Gobierno no tiene cómo darse el lujo de perder esos ingresos, dijo Casas.
Si intenta cumplir esta promesa, los diferenciales de los bonos a largo plazo de Colombia se ampliarán aún más, según Casas. El impacto a corto plazo puede ser menos pronunciado ya que las empresas petroleras tienen contratos para explotar crudo que ya fue descubierto, a los que el Gobierno debe adherirse.
Fundamentos débiles
Carolina Monzón, de Itaú, señala que las encuestas muestran que, a pesar del fuerte crecimiento, los colombianos están muy preocupados por la economía, el desempleo y la inflación, así como por la corrupción y el reciente aumento de la delincuencia.
“En el 2021 tomó fuerza la reactivación pero también tenemos que reconocer que tomó fuerza el descontento social y hubo paros”, dijo.
Monzón ve el valor justo del peso colombiano en alrededor de 4,000 por dólar, levemente más débil que su nivel actual de 3,927. Incluso más allá de las elecciones de este año, los fundamentales de la nación parecen débiles después de la pérdida del grado de inversión, con un déficit fiscal que duplica el nivel previo a la pandemia, altos niveles de deuda, costos de financiamiento en aumento y un déficit de cuenta corriente pronosticado en 4.5% del producto bruto interno este año.
Incluso si se elige a un presidente favorable al mercado, el valor del peso no aumentará repentinamente debido a los problemas estructurales que están provocando su devaluación, dijo.
Las elecciones del Congreso que se realizarán el 13 de marzo serán clave para establecer las cuentas y los balances para cualquier Gobierno que llegue al poder. Ese mismo día, varios partidos y movimientos políticos realizarán consultas, brindando una imagen más clara de quién estará en la boleta electoral para la presidencia.