Los inversores están más preocupados por las perspectivas de crecimiento mundial que en cualquier otro momento desde la crisis financiera del 2008, y han aumentado sus tenencias de efectivo a un máximo de dos años, según una encuesta mensual a gestores de fondos realizada por el Bank of America (BofA).
La mayoría de los inversores que gestionan alrededor de US$ 1 billón en activos, encuestados entre el 4 y el 10 de marzo, esperan ahora un mercado bursátil bajista en el 2022, mientras que las asignaciones a las acciones mundiales han caído a sus niveles más bajos desde mayo del 2020.
Los niveles de efectivo entre los inversores aumentaron hasta casi 6%, mientras que las asignaciones a las materias primas se dispararon hasta un récord de 33%. La exposición neta de los fondos de cobertura a los mercados de valores está en su nivel más bajo desde abril del 2020, según la encuesta.
Las operaciones más concurridas son las del petróleo/materias primas en largo, dijo el banco de inversión estadounidense en la nota, con acciones tecnológicas largas y ESG -medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés- largas en segundo y tercer lugar, respectivamente. Casi la mitad de los inversores encuestados espera que el crudo produzca los mejores rendimientos en el 2022.
La edición europea de la encuesta mensual a los gestores de fondos ofreció una lectura sombría, ya que los inversores están recortando sus perspectivas de crecimiento para Europa en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
Un 69% de los encuestados espera que la economía europea se debilite durante el próximo año, el porcentaje más alto desde el 2011. El cambio de 81 puntos porcentuales con respecto al 12% neto de febrero, que todavía esperaba ver crecimiento, marca la mayor caída intermensual desde que se iniciaron los registros de BoFA en 1994.
En respuesta a las oscuras perspectivas de crecimiento, cerca del 61% de los inversores cree que el mercado europeo ha tocado techo en este ciclo, frente al 22% de la edición anterior del estudio.
Los inversores también han aumentado levemente sus expectativas sobre el número de subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) en el 2022, a pesar de que las condiciones de liquidez han empeorado mucho, hasta alcanzar su nivel más bajo desde que la pandemia de coronavirus afectó a los mercados financieros en marzo y abril del 2020.