Jesse Livermore, un célebre especulador de principios del siglo XX, dijo que los mercados están impulsados por esperanza y miedo. Cuando se trata de inflación, los operadores de bonos deberían tener un poco más de miedo.
Esta opinión la comparte Matthew Raskin, que pasó más de una década trabajando en el grupo de mercados en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y ahora es jefe de investigación de tasas de Estados Unidos en Deutsche Bank Securities.
Medidas de los aumentos esperados de los precios al consumidor basadas en el mercado implican que se desacelerarán drásticamente y que harán retroceder la inflación cerca de la meta de la Reserva Federal para finales del próximo año. Tal optimismo ha impulsado un repunte en el mercado de bonos desde principios de noviembre.
Pero la inflación se ha mantenido obstinadamente alta. El indicador favorito de la Fed, el índice de precios de gastos de consumo personal, aumentó a un ritmo anual del 6% en octubre, según datos publicados el jueves. El índice de precios al consumidor, en tanto, subió un 7.7% en dicho mes.
“El mercado implica una caída de más de 5 puntos porcentuales en la inflación del IPC durante el próximo año”, dijo Raskin por teléfono. “Simplemente, me parece notable que haya una disminución de este tipo, colocándolo muy cerca del objetivo de PCE del 2% de la Fed. Eso me parece esperanzador”.
Una caída tan pronunciada de la inflación solo sería superada por las observadas durante la crisis financiera de 2008 y a principios de la década de 1980, cuando el entonces presidente de la Fed, Paul Volcker, elevó agresivamente las tasas para controlar la inflación galopante. En ambas ocasiones, la baja de los precios estuvo acompañada de fuertes recesiones.
Sin embargo, por ahora, EE.UU. ha continuado expandiéndose y se espera ampliamente que la Fed reduzca el ritmo de sus aumentos de tasas a medio punto porcentual este mes después de cuatro incrementos consecutivos de tres cuartos de punto. El presidente del banco central, Jerome Powell, dejó en claro en una aparición pública realizada el miércoles que es probable que se ralenticen las alzas de tasas, lo que provocó una caída en los rendimientos de los bonos y alimentó un repunte en las acciones.
Pero incluso tal desaceleración extenderá lo que ha sido el ciclo más pronunciado de aumentos de tasas de la Fed desde la era Volcker, avivando las expectativas de que Powell también ganará su pelea.
“La compensación de la inflación en los mercados definitivamente refleja la confianza en que reduciremos la inflación”, dijo Powell durante su aparición el miércoles en Brookings Institution.
La tasa de los breakevens de inflación a 2 años se encuentra actualmente en alrededor del 2,5%, casi la mitad de lo que era en marzo. Históricamente, el IPC se sitúa por encima del PCE, algo que Raskin ha tenido en cuenta.
Las expectativas del mercado de una marcada disminución de la inflación han llevado a los operadores de swaps a descontar que la tasa de la Fed alcanzará un máximo de poco menos del 5% en el período mayo-junio antes de ser recortada a alrededor del 4.5% a finales de 2023. El mercado de instrumentos del Tesoro también se ha recuperado y en noviembre alcanzó su primera ganancia mensual desde julio.
“No es del todo inverosímil observar una disminución como la que está descontando el mercado, pero muchas cosas tienen que estar en su lugar para que suceda”, dijo Raskin. “El riesgo, desde la perspectiva del mercado, es que esto es demasiado esperanzador. Luego, si dentro de un par de semanas obtenemos una cifra del IPC que muestra un alza sorpresiva, se podría ver “un ajuste significativo al alza en los breakevens, los rendimientos nominales del Tesoro y la tasa implícita para la trayectoria de la política de la Fed el próximo año”.
Tales sorpresas de inflación han sacudido al mercado repetidamente este año. En junio y julio, por ejemplo, los bonos del Tesoro de referencia a 10 años se recuperaron con la esperanza de que la Fed relajaría sus aumentos de tasas, solo para revertir el rumbo bruscamente cuando los funcionarios mantuvieron su tendencia restrictiva.