La reducción de la pobreza en el Perú ha sido foco de atención en las últimas semanas por informes de organismos como el Banco Mundial (BM). Sin embargo, siempre que se habla de bajo crecimiento implícitamente se hace alusión al deterioro de este indicador, situación que aconteció en el 2022.
La pobreza monetaria, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), pasó de 25.9% (2021) a alcanzar al 27.5% (2022) de la población. Es decir, alrededor de 9.2 millones de peruanos ahora son pobres (unos 628,000 más respecto del año anterior). Respecto del 2019 (20.2%), la brecha es de 7.3 puntos porcentuales, lo que significa 2.7 millones más de personas en esa condición que en la prepandemia.
Se considera como pobres monetarios a las personas que residen en hogares cuyo gasto per cápita es insuficiente para adquirir una canasta básica de alimentos y no alimentos. Entonces, la línea de pobreza es el equivalente monetario al costo de esta canasta, que para el año 2022 asciende a S/ 415 mensual (S/ 378 mensuales en el 2021) por habitante. Es decir, para una familia de cuatro integrantes dicho monto asciende a S/ 1,660 mensual (S/ 1,512 mensuales en el 2021).
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¿Por qué aumentó la pobreza en Perú?
Fernando Gonzáles, economista del Instituto Peruano de Economía (IPE), señaló que el principal factor que influyó en el salto en el nivel de pobreza fue la inflación elevada, en especial la vinculada a alimentos, pues esta afecta más a la población de menores ingresos (destinan más porcentaje de su gasto para ese fin), que es más propensa a caer en el espectro de pobre.
La inflación cerró el año en 8.46% en el 2022, mientras que la de alimentos fue 12.6%, según datos del Banco Central de Reserva (BCR). Asimismo, según una estimación de la entidad monetaria con datos del 2021, mientras los hogares del quintil superior de gasto per cápita (es decir, los de mayor gasto) destinaban 31 de cada 100 soles de su gasto a alimentos, los de los dos quintiles inferiores asignaban más de 50 de cada 100 soles (es decir, el 50% de su gasto).
Según estimaciones del IPE, si no fuese por el nivel de inflación del año pasado, el dato de pobreza se habría reducido. Esto se refleja también en la influencia que ha tenido el aumento de precios en la inflación por departamentos (ver gráfico). Gonzáles enmarcó esa evolución en un escenario de bajo crecimiento, caída de inversión y deterioro del mercado laboral (mayor informalidad).
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“Si se hubiese tenido una inflación similar al promedio entre el 2010 y 2019, que fue de 3.4%, entonces la pobreza se habría reducido a 24% en el 2022, con el nivel de crecimiento anterior. En el quintil de menores ingresos se vio una reducción de 5% de su gasto per-cápita en el 2022 a diferencia de los de mayores ingresos. Por otro lado, la creación de empleo (que pudo atenuar el escenario inflacionario) se ha venido desacelerando en el 2022 y ha aumento la precariedad en los puestos de trabajo, lo que se explica por el menor dinamismo de la inversión privada (cayó en el 2022), y se refleja en que se tenga una clase media que no se ha recuperado, pues casi 2 millones de personas no regresan (a la clase media) desde el 2019”, apuntó.
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Alfredo Thorne, exministro de Economía y Finanzas, mencionó también el bajo crecimiento, pero sobre todo en que este fue atenuado, en parte, por impulsos al consumo como el retiro de fondos de pensiones, CTS y bonos del gobierno, lo que no implicó una mejora sostenible de los ingresos de los hogares.
“Hemos vivido de una serie de transferencias como las AFP o CTS, mientras que no ha habido una generación de ingreso efectivo para las familias. El crecimiento fue de 2.7%, mientras que el aumento del gasto real promedio fue de 0.7% (según datos del INEI). Esta diferencia muestra que muy poco del crecimiento económico ha terminado en ingresos en la población. Este mismo gasto está 10% por debajo del 2019; es decir, el gasto de las familias nunca se recuperó respecto a lo que era prepandemia. Casi el 60% de la población es ahora pobre o vulnerable”, manifestó.
¿Cuáles son las perspectivas para la pobreza este año?
Para Gonzáles, del IPE, si bien debería haber una menor presión para que aumente la pobreza en el 2023 por el descenso de la inflación que se espera continúe en los siguientes meses, factores como el bajo crecimiento económico y una nueva caída de la inversión privada podrían empañar este escenario.
Thorne, por su parte, espera que la pobreza aumente nuevamente en el 2023, en línea con las bajas proyecciones de analistas sobre el crecimiento de Perú, las que han ido corrigiendo por debajo de 2% en los últimos meses en contraste con proyecciones oficiales como las del BCR y MEF que apuntan a que sea más de 2.5%.
Como referencia, según estimados del Banco Mundial, el crecimiento económico explicó el 85% de la reducción de la pobreza (usando la línea de US$6.85 por día) entre 2004 y 2019, mientras que una redistribución más efectiva (programas de protección social) explicó el 15%.
“Es fundamental el crecimiento, acompañado de una mejor estrategia de protección social teniendo en cuenta que la pobreza es más urbana que rural a partir de la pandemia”, anotó Gonzáles.
Con una visión a largo plazo, estimó que con un crecimiento que se estanca alrededor del 2%, se necesitarían 30 años para volver a los registros de pobreza de 20.2% vistos en el 2019.
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Datos
- La pobreza extrema alcanzó al 5%, nivel superior en 0.9 puntos porcentuales respecto del año 2021, y 2.1 puntos comparado con el nivel del 2019.
- La pobreza se mantiene por encima del nivel prepandemia en 22 de las 25 regiones del Perú, señaló IPE.
- El 32.3% de la población se encuentra en riesgo de caer en condición de pobreza.