Es pasmosa la enorme cantidad de zonceras escritas sobre liderazgo, gestión y carreras profesionales. Algunos libros de negocios son buenos, pero la mayoría, no. También proliferan documentos de investigación que exploran de todo, desde el impacto del covid-19 en el liderazgo en consultorios dentales ingleses, hasta la prevalencia de la sicopatía entre gerentes de Sostenibilidad. Blogs, boletines, podcast, artículos en redes sociales (Dios mío, esas columnas) se suman al torrente de asesoría.
Es difícil para un aspirante a gurú destacar en este océano de aguas servidas, lo cual deja una atractiva oportunidad en el mercado —para un libro sobre cómo escribir un best seller acerca de liderazgo—. Una publicación de este tipo podría iniciarse indicando que el escrito más útil en materia de liderazgo empresarial se enfoca en gente que maneja empresas de verdad y toma decisiones de verdad.
Pero la practicidad es un terrible y anticuado camino hacia el éxito. Por tanto, esta guía pasaría rápidamente a puntualizar otros tres enfoques que pueden ayudar a autores en etapa germinal a captar la atención de los lectores. El primero es hallar el tono adecuado de irrealidad. Hay dos características que probablemente sean ciertas en gente que busca asesoría en liderazgo: no lo han alcanzado y les gustaría contar con una vía directa hacia el éxito.
Estos lectores no quieren oír que la ruta a la cima es una lucha darwiniana que toma muchos años y demanda atributos altamente inusuales. Ellos están detrás de algo que pueda ser comprado en Amazon y entregado al día siguiente. Y definitivamente no quieren que se les diga que, por definición, solo unos pocos pueden triunfar. Si usted está trabajando en un libro titulado “Perdedor: Por qué estás condenado a la decepción”, deténgase. (En realidad, no lo haga).
La tarea de un aspirante a gurú es hacer que sus lectores piensen que el éxito inimaginable está a su alcance. Si solo creyesen en ellos mismos alguito más o adquiriesen unos pocos hábitos —digamos, despertarse estúpidamente temprano o tener un diario—, es seguro que la riqueza llegará.
Por cierto, ese es el motivo por el que los expertos en administración deben usar listas numeradas (el hecho de que esta guía sea una lista numerada es pura coincidencia). Una investigación realizada el 2011 halló que formular planes para alcanzar metas puede reducir el estrés cognitivo causado por las tareas inconclusas. Del mismo modo, la ilusión de que un número finito de pasos desbloqueará el éxito es en sí misma profundamente reconfortante.
El segundo consejo para un potencial autor sobre liderazgo es hallar terreno no disputado. En la batalla por la atención de los lectores, puede ayudar enfocarse en algo totalmente ajeno a los negocios y argumentar que ese tema tiene algo que enseñarles a los gerentes. Ese enfoque brinda al aspirante a gurú una chance para escribir sobre un tópico o persona que atraiga una amplia lectoría. Eso también forja su reputación como alguien que puede conectar temas incluso (tal vez especialmente) cuando no hay temas que conectar.
Algunas de estas fuentes de lecciones acerca de liderazgo son conocidas: entrenadores deportivos y comandantes militares, Shackleton y Shakespeare, monjes trapistas y filósofos estoicos. Pero los autores se limitan innecesariamente al estrechar el horizonte humano. Por ejemplo, un subgénero entero de artículos en Internet ofrece lecciones de liderazgo en animales.
¿Quiere saber cómo se desempeñaría una jirafa como CEO? ¿Se siente tan inservible ante proyectos gerenciales que se pregunta si un elefante lo haría mejor? Desde inclusividad y piojos hasta gestión del cambio y dodos, solo una cosa mencionada en este párrafo es inventada.
¿Pero por qué fijar un límite en los seres sensibles? “Piel: Lecciones de liderazgo del órgano más grande del mundo” es una idea de libro clamando por autor. La piel se renueva constantemente, como debería hacerlo una empresa próspera. Tiene un propósito y es flexible. Es cierto que no posee conciencia, pero miremos alrededor: ese no es un impedimento obvio para el éxito corporativo.
El tercer consejo es elegir el título apropiado. Es vital transmitir una sensación de urgencia: es por ello que palabras de una sola sílaba son la norma. También puede ser útil una porción de energía y entusiasmo —y hasta de provocación— quizás porque es muy probable que los potenciales lectores estén sentados detrás de un escritorio.
Y a pesar de todo el énfasis puesto en cooperación y motivación, no perjudica usar palabras de suma cero sobre vencer, salir victorioso y llegar primero. Un título como “Bomba de amor: Sea gentil y aplaste a sus rivales” representa una bonita mezcla de inteligencia emocional y violencia latente.
Lista la sinopsis, todo lo que resta es desvelar un nombre para este libro que trata sobre cómo escribir un libro acerca de liderazgo. “Zonceras: Tres maneras de escribir y hacerse rico” estará en librerías este otoño y su preventa ya está disponible.
Traducido para Gestión por Antonio Yonz Martínez
© The Economist Newspaper Ltd, London, 2022