Con 99 votos a favor, el Congreso del Perú aprobó ayer la ratificación del Protocolo de la OIT relativo al Convenio sobre , lo que implica acelerar las intervenciones del Estado para prevenir, investigar y sancionar este delito, y para establecer mecanismos efectivos de reinserción social y laboral de las víctimas.

Perú aprobó ayer la ratificación del Protocolo de 2014 de la OIT relativo al Convenio núm. 29 sobre el , con lo cual asume el compromiso de adoptar medidas más eficaces para prevenir y eliminar tales prácticas, proporcionando a las víctimas protección y acceso a acciones jurídicas y de reparación apropiadas y eficaces, y aplicando sanciones a los autores del trabajo forzoso u obligatorio.

De acuerdo a las últimas estimaciones de la , en el mundo existen cerca de 25 millones de personas víctimas de trabajo forzoso, y en Perú esta forma de esclavitud moderna se presenta en mayor medida en la minería y tala ilegal de madera, así como en el trabajo doméstico.

“El Protocolo sobre el trabajo forzoso de la OIT no pondrá fin a la esclavitud moderna por sí solo. Sin embargo, la aprobación de su ratificación es un paso decisivo en ese objetivo” dijo al respecto Philippe Vanhuynegem, director de la Oficina de la OIT para los Países Andinos. “El Perú ha demostrado, una vez más, su compromiso con la justicia social y la promoción del trabajo decente”, agregó.

Por su parte, la presidenta del Congreso, Mirtha Vásquez, manifestó que “la ratificación del Protocolo, pendiente de aprobación desde el 2018, es un avance como país en la lucha contra el trabajo forzoso”.

La aprobación de la ratificación del Protocolo de la sobre Trabajo Forzoso no sólo representa el compromiso del Estado de erradicar las formas contemporáneas de esclavitud en concordancia con normas internacionales y con la Constitución Política de Perú, sino que marca un hito en el objetivo de acelerar la política e intervenciones que garanticen el cumplimiento y respeto de los derechos fundamentales en el trabajo de todas y todos los peruanos.

Asimismo, la aprobación del Protocolo representa un avance en los compromisos asumidos por Perú como país pionero de la Alianza 8.7, iniciativa global de la OIT que busca acelerar las políticas para erradicar el trabajo forzoso y otras formas contemporáneas de esclavitud en cumplimiento de la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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