Según datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cinco trabajadores en el mundo tiene alguna enfermedad mental.
El estudio también indica que más de la mitad de los adultos que tienen un trabajo formal experimentaron ansiedad relacionada con su seguridad laboral y estrés debido a cambios en sus patrones de trabajo.
Además de estos datos, está el estudio de Unicef sobre la infancia en 2021, que reveló que entre los problemas de salud mental de mayor frecuencia en América Latina y el Caribe, la ansiedad y la depresión representan el 50% de las afecciones de salud mental entre los menores de 10 a 19 años siendo el suicidio la tercera causa de muerte entre los adolescentes de 15 a 19 años (6 por cada 100,000 muertes).
¿Por qué cuidar la salud mental es clave incluso para los negocios? una encuesta del Foro Económico Mundial-Ipsos estimó que el costo acumulado proyectado de la pérdida de productividad asociada a la angustia psicológica durante el periodo 2020-2025 podría llegar a los 114 mil millones de dólares.
LEA TAMBIÉN: La salud mental y “la gran renuncia”
La depresión: un conjunto de síntomas
Begoña Albalat docente del grado en Psicología de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) define la depresión como “un conjunto de síntomas de los cuales se pueden resaltar un estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día: disminución del interés por las actividades que antes provocaban placer, pérdida o aumento de peso, insomnio o hipersomnia, emoción o retraso psicomotor, perdida de energía, sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva, disminución de la capacidad para pensar o enfoque y pensamientos de muerte recurrentes”.
Y los factores que podrían estar influyendo son:
Frustración laboral: la generación Z, como los millennials, se sienten tremendamente frustrados, señala la docente de la VIU. “Ambas generaciones fueron educadas bajo el enfoque del éxito laboral y socioeconómico condicionado al esfuerzo. Los millennials son una generación que se ha esforzado por conseguir sus objetivos de vida, pero con un resultado de frustración en muchos casos.
Por su parte, Maite Moreno, docente y especialista de EAE Business School, menciona que cuando se trata del mercado laboral: los millennials están expuestos al síndrome del impostor/impostora.
LEA TAMBIÉN: Tres de cada 10 trabajadores demandan más días para el cuidado de su salud mental
La primera vez que se habló de este síndrome fue en 1978 mostrando que afecta de manera desproporcionada a las mujeres que ocupan cargos directivos, a quienes les resulta difícil aceptar sus logros, cuestionándose si merecen elogios por su trabajo.
De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología, este síndrome afecta principalmente a los millennials, porque fueron educados por padres que enviaron mensajes mixtos, combinados entre elogios y críticas, lo cual hizo que aumentará el riesgo de sentimientos fraudulentos.
“El síndrome de la impostora no se limita al trabajo, puesto que también sienten la necesidad de aprobación constante y masiva de todo lo que hacen”, indica Moreno.
“La intensa presión que se ejercen ellos mismos para diferenciarse a través de sus habilidades o llevar una vida socialmente perfecta. A lo anterior se suma la masificación del uso de las redes sociales, espacios virtuales en donde no dejan de recordarles los logros de los demás, lo que hace inevitable que se comparen constantemente, convirtiéndose así, en una fuerte directa que ataca al autoestima”, agregó.
Finalmente, la docente de EAE advirtió que si no se trata a tiempo puede traer un impacto negativo en sus carreras profesionales, porque contribuye a la ansiedad, al aumento de las dudas y los temores persistentes al fracaso. “Quienes lo sufren siempre quieren demostrar que son capaces, por eso trabajan en exceso, se sugiere reevaluar esto”.
LEA TAMBIÉN: Cuatro señales que te indican si estás en el trabajo correcto
Otros factores que afectan la salud mental
Ansiedad social: puede ser una afección crónica de salud mental sobre todo ahora después de las cuarentenas que trajo la pandemia, donde la soledad de ese momento choca de frente con la vuelta a la vida social provocando muchas veces ansiedad en adolescentes y jóvenes. Estos, sienten que no disfrutan de situaciones sociales con muchas personas y experimentan ansiedad cuando están rodeados de alguien que acaban de conocer.
Redes sociales: se han convertido para muchas personas jóvenes en un “refugio” sobre todo cuando no pueden verse con los otros de manera presencial. Sin embargo, hay algunos factores que pueden afectar de manera negativa a los jóvenes:
· El uso excesivo de las redes sociales como evitación de momentos de ansiedad: con el fin de sustituir situaciones sociales en vivo.
· Un uso sesgado: la imagen que tienen de sí mismos tiene una relación directa con las redes sociales. Es aquí donde se comparan y empiezan, en muchos casos, a odiar sus cuerpos o a anhelar las vidas de los otros, incluso se exponen a publicaciones que muestran expresiones de dolor emocional por parte de personas desconocidas.
Preocupaciones globales: entre los asuntos que preocupan a las generaciones millennial y Z, están el feminismo, la preocupación por el medio ambiente, los derechos LGTBIQ, entre otros. “Son generaciones que se inquietan por lo global y no solo por lo particular, es decir que sienten más ansiedad por particular y no tanto por lo individual. El comunicarse e interactuar por medio de las redes sociales con los demás sobre estos temas los hacen sentir más incluidos y comprendimos por sus iguales”, señala Albalat.
LEA TAMBIÉN: OPS alerta de una pandemia de salud mental simultánea a la de COVID
Forma de trabajo de los más jóvenes
La encuesta “Desconectar para reconectar” realizada por Adecco, buscó conocer la opinión de los colaboradores y empresas a nivel nacional e internacional sobre el impacto de la pandemia en el modo de trabajar y cómo afecta esta nueva normalidad al bienestar de los empleados.
De los encuestados, el 22% indicó que tiene estrés o ansiedad muy a menudo o siempre, mientras que el 46% señaló que a veces y el 33% precisó que nunca o rara vez. Mientras que, el 56% de los trabajadores encuestados señaló que tiene el mismo nivel de estrés o ansiedad que antes de la pandemia y solo un 19% refirió que se siente menos estresado en el trabajo.
“Es importante tener en cuenta que el estudio concluyó que los empleados ya se estaban sintiendo estresados por el trabajo incluso antes de la pandemia y que las organizaciones no eran conscientes de esto hasta que el Covid-19 golpeó. Según la estadística recogida, el 59% de las empresas opinó que la pandemia había aumentado el nivel de estrés de sus empleados, mientras que solo el 25 % de los colaboradores dio por cierto este hecho”, dijo Katerina Rakov, Directora de Recursos Humanos de Adecco Perú.
LEA TAMBIÉN: Millennials están ahorrando para jubilación antes que boomers
“Algunos hallazgos del estudio nos indican que hay también una estrecha relación entre el factor generacional con el aumento de estrés, dato a tener en cuenta para con los colaboradores. Según la encuesta los que sintieron estrés más a menudo en comparación con la media fueron las generaciones más jóvenes (generación Z, 77%; generación Y, 73%) y las mujeres (72%)”, agregó.
La encuesta “Desconectar para reconectar”, mostró además que el 45% de los empleados consultados pidió trabajar después del horario laboral tres días a la semana, en promedio: los más jóvenes están predispuestos a trabajar en horarios post laboral.
“Cuanto más joven es la generación (generación Z), más tienden a trabajar después del horario laboral: generación Z (61%), generación Y (50%), generación X (44%) y Baby Boomers (30%)”, resaltó Rakov.
LEA TAMBIÉN: Qué es la gerencia de felicidad de una empresa
El soporte del empleador/empresa
Como empleador/empresa ¿cómo puedo contribuir a no llegar a extremos de cansancio y cuidar la salud mental del colaborador? Max Coloma, consultor y especialista en gestión empresarial, la clave está en la ausencia de una buena gestión de resultados a través de una respetuosa gestión de personas.
“El verdadero rol de los líderes, para buscar una gestión saludable, es construir confianza entre las personas, definir objetivos con claridad, organizar el trabajo para ser productivos y así celebrar el éxito de los logros alcanzados, y en ese camino reconocer que las personas son quienes permiten que una empresa genere valor para la sociedad”, explica.
En esa línea, sugiere un liderazgo dirigido hacia relaciones humanas constructivas. “Se debe reconocer como el principal motivo de desgaste del colaborador la “falta de soporte o reconocimiento de su líder”. Hace recordar lo simple de una expectativa y lo difícil que es conseguirlo. Definir alcance del rol de cada miembro del equipo, empoderar con parámetros bien definidos, construir sobre errores y reconocer éxitos, son clave”.
LEA TAMBIÉN: Mundial Qatar 2022: la influencia del fútbol en la salud mental de los hinchas